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Fórmula 1

Principio de acuerdo entre federativos y constructores

Un principio de acuerdo parece haberse alcanzado entre la Federación Internacional del Deporte del Automóvil, FISA, y los constructores de los monoplazas. El reciente enfrentamiento surgió tras la sorprendente modificación unilateral de las características técnicas de los coches, exigidas por la Comisión Técnica, que preside desde hace unas semanas el español Sandro Rocci, pese a que los acuerdos en vigor no caducan hasta 1985.

La Comisión Técnica, en la primera reunión presidida por Rocci, decidió que los constructores de Fórmula 1 modificaran profundamente sus coches, en busca de una reducción de la velocidad en las curvas. Los Acuerdos de la Concordia, sin embargo, prohiben específicamente cualquier modificación técnica en los coches sin el acuerdo unánime de todas las partes implicadas. Dichos acuerdos, utilizados en su favor por la Federación Internacional para resolver algún enfrentamiento durante la presente temporada, tienen vigencia hasta el día 1 de enero de 1985.La primera reacción de los constructores fue negarse rotundamente a aceptar las reformas. No solamente por su vulneración de los acuerdos en vigor, sino por no tener tiempo suficiente para poder introducirlas. Además, porque aceptar esta medida -pretextada por Balestre como una mejora en la seguridad de los pilotos- supondría dejar la puerta abierta después a cualquier clase de modificaciones bajo cualquier pretexto. Porque, según los constructores, el presidente de la FISA ha dado suficientes muestras de injusticia, arbitrariedad y falta de rigor como para carecer de credibilidad.

Posteriormente, los constructores de las pequeñas escuderías, agrupados en la FOCA -Asociación de Contructores de Formula 1- que preside el británico Bernie Ecclestone, se reunieron la pasada semana en Londres para intentar encontrar una solución al conflicto.

Más tarde, estos constructores se reunieron con los grandes fabricantes -Ferrari, Renault y Alfa Romeo- en Italia. En esta última reunión se alcanzó un principio de acuerdo. Según el mismo, lbs constructores propondrán a la Federación Internacional un plan alternativo y, si la FISA lo rechaza y mantiene el inicial, llevarán el caso ante los tribunales ordinarios de justicia.

El plan que los constructores propondrán a la Internacional acepta sustancialmente la filosofia de las reformas que se les exige, aunque sólo de forma parcial las modificaciones técnicas. A cambio de aceptar forzadamente el acuerdo para dichas reformas, los constructores exigirán que la vigencia de los Acuerdos de la Concordia se prolongue durante un año más, hasta el 31 de diciembre de 1985.

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