Incompatibilidad
El resultado de las elecciones, previsiblemente, traerá un cambio sustancial en el Consejo Superior de Deportes. Jesús Hermida dejará de ser Secretario de Estado para el Deporte, pero por vez primera se va a plantear un problema con la presidencia del Comité Olímpico Español. Hermida desde el Consejo Superior de Deportes consiguió ser elegido presidente del COE. Siguió la misma fórmula qué los antiguos delegados nacionales de deportes.Ahora, Hermida, aunque sea relevado, continuará en el Consejo como funcionario. Del cargo oficial pasará directamente al de subordinado del futuro Secretario de Estado. Será también la primera vez que se produzca esta situación, pero no tendrá nada de anómala. El problema surgirá porque Jesús Hermida está dispuesto a continuar en el Comité Olímpico. Su argumento es simple; fue elegido reglamentariamente para ello y su mandato es de cuatro años y no ha llegado a su fin.
El actual Secretario de Estado para el Deporte tuvo la ocasión de separar ambos cargos, pero cayó en la misma veleidad de sus antecesores. El sabe perfectamente que su elección, por muy democrática que la quiera presentar, estuvo condicionada por su propio poder. Lo idóneo sería que el Consejo y el Comité Olímpico estuvieran dirigidos por diferentes personas. Hermida posibilitaría ese ideal, que han mantenido durante años muchos hombres del deporte, si presentara su dimisión.
