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El 28 de octubre, elecciones legislativas

Ruptura total de la CEOE con Unión de Centro Democrático

Joaquín Estefanía

La petición del voto de los empresarios, "de nuestras familias, nuestro amigos y nuestros conocidos" para Alianza Popular, sin mencionar en ningún momento a dicho partido; la ruptura total con Calvo Sotelo y con Unión de Centro Democrático -los representantes de UCD abandonaron el acto durante la intervención de José María Cuevas-, y la crítica frontal al Partido Socialista Obrero Español, constituyeron las principales características del masivo mitin empresarial celebrado ayer en Madrid, organizado por la patronal madrileña.

Al acto asistieron alrededor de 1.500 empresarios de la capital de España, que llenaron el local de un cine madrileño, y en él participaron, en calidad de invitados, políticos como Juan Arespacochaga, Javier González Estéfani y Alfonso Osorio, por AP, y Joaquín Satrústegui y Fernando Alvárez Miranda, por UCI). Faltaron, no obstante, Fraga y Landelino Lavilla, anunciados en un primer momento, y Fernando Suárez (AP) y Juan José Rosón (UCD), que eran esperados al comienzo del acto, según informaron fuentes de la Confederación Empresarial Independiente de Madrid (CEIM).El momento más tenso de las intervenciones patronales, y que pasó desapercibido para la mayoría de los empresarios presentes, fue cuando José Maria Cuevas, secretario general de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), acusaba a UCI) de ser la formación responsable de que el centro y la derecha no hubieran acudido unidos a las elecciones. Joaquín Satrústegui se levantó el primero y comentó a Alvarez de Miranda que "yo no tolero oir esto", abandonando ambos la sala. Cuevas decía esto tras criticar a Calvo Sotelo por haber afirmado que la CEOE es la responsable de un futuro Gobierno socialista.

La campaña

Intervino primero Agustín Mascareñas, secretario general de la patronal madrileña, que hizo balance lo que había sido su campaña, para la que se presupuestaron 200 millones de pesetas. Mascareñas explicó que CEIM había realizado 30 actos, con asistencia de mas de 10.000 empresarios, 10.300 visitas a pequeños y medianos empresarios, 200.000 cartas de Segurado a los empresarios madrileños, 300.000 boletines extraordinarios, 100.000 carteles, 100.000 trípticos y 400.000 pegatinas.

Gonzalo Pascual, vicepresidente de la patronal, comenzó con el tono político del acto. "Tenemos intereses directos en las elecciones", dijo, para pasar a continuación a valorar la gestión del Ayuntamiento de Madrid: "Los empresarios tenemos la sensación de habernos convertido, sin quererlo, en meros recaudadores del fisco y vemos con preocupación como se han disparatado los impuestos que penalizan más que gravan la iniciativa empresarial. Esta presión fiscal se ha hecho particularmente asfixiante en los últimos años, tras la reforma fiscal y el acceso de los socialistas a los ayuntamientos".

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A continuación habló de los socialistas sin explicitarlo: "Ellos hablaron primero de ruptura; ahora de cambio. ¿Se quedará la cosa en reforma?... Nos jugamos la previsible 'democratización' (¿o quizá intervención?) de nuestras empresas". Por último, la primera aproximación de la tarde al voto para AP: "No es el momento de abstenerse ni de votar testimonialmente; hay que optar por votar y hacerlo buscando la utilidad real de nuestro voto. En la práctica sólo hay dos grandes opciones y todos sabemos bien lo que significan una y otra".

José María Cuevas, secretario general de la CEOE y verdadero artífice de toda la intervención empresarial, comenzó entre aplausos dudando de las "encuestas más o menos interesadas que están apareciendo estos días". "Lo cierto", dijo Cuevas, es que la izquierda va en posiciones de mayor fortaleza que lo que correspondería a la ideología y situación del pueblo español, y ello tiene claros responsables. No la CEOE, como ha dicho Calvo Sotelo, que la ha acusado de tener la responsabilidad de un Gobierno socialista, sino quienes han impedido que se haga realidad el gran clamor de los empresarios, que la derecha y el centro fuesen unidas a estas elecciones". Cuevas afirmó que "frente al fantasma de la abstención los empresarios tienen que votar útil. Algunos no tenemos ni hemos tenido nunca la duda de para quien es el voto útil". Cuevas terminó dando su opinión sobre el programa socialista, "que significa mayor control de todo, menos libertad de elegir", y pronosticó que si gana el PSOE "veremos florecer las patronales amarillas".

Segurado completó el mensaje subliminal de la necesidad de votar a AP, en varias ocasiones: "Yo estoy seguro de que en la conciencia de cada uno de nosotros sabemos exactamente a quien debemos votar y cuál es en estos momentos para cada uno de nosotros el voto lógico, el voto necesario, el voto útil... Nosotros, los empresarios, vamos a votar, vamos a conseguir que voten nuestras familias y vamos a tratar de que voten nuestros amigos y nuestros conocidos, así como vamos a tratar de explicar en las áreas de nuestra autoridad las consecuencias que tiene el voto... Llevo varios meses defendiendo una exquisita neutralidad entre las opciones políticas del centro y de la derecha, neutralidad que resulta enormemente complicada de mantener por el sentir mayoritario de la base".

El presidente de la patronal dedicó varios momentos a denunciar el camaleonismo político de personas e instituciones, hablando de Fernández Ordóñez y de "algunas personas e instituciones que, de repente, han descubierto una vocación socialista hasta ahora francamente desconocida.

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