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El 28 de octubre, elecciones legislativas

Santiago Carrillo busca el voto de la antigua izquierda extraparlamentaria

"Después de las elecciones generales, Santiago Carrillo quedará como está hoy. No he pensado en ningún sustituto al frente del partido. Les he dado a mis camaradas la posibilidad ole prescindir de mí hace poco tiempo y no se la volveré a dar", dijo ayer el secretario general del PCE en una conferencia de Prensa que celebró en Zaragoza.

Carrillo comió en la capital aragonesa con los cargos locales de su partido y algunos dirigentes del antiguo Partido del Trabajo de España (PTE) en la línea de intentar atraerse los alrededor de 40.000 votos que obtuvo en Zaragoza, en las elecciones del 1979, la izquierda extraparlamentaria, que contribuyeron a que la provincia no tuviera un escaño comunista en el Congreso por un millar de sufragios. El PTE tiene dos concejales en el ayuntamiento zaragozano y el PCE, cuatro.El líder del PCE fue recibido en el aeropuerto y tuvo, en todo momento, a su lado, a Antonio Rosell, el octogenario presidente del Partido Comunista de Aragón, que fue amigo del padre de Santiago Carrillo, y conoció a éste cuando el luego secretario general contaba pocos años de edad. Rosell, pintoresco personaje del comunismo aragonés, acaba de afiliarse a las juventudes comunistas "para pagar la cuota de cien pesetas y así ayudar a los muchachos", según comenta a sus colaboradores.

El secretario general comunista puso de manifiesto, en la conferencia de Prensa, que no acepta que se le plantee su sucesión al frente del PCE. Una vez más dijo que la política no es el fútbol ni un concurso de belleza -por esa regla de tres "ni Manuel Azaria ni Indalecio Prieto hubieran hecho nada en política, porque eran muy feos"- e insistió también en que "mi amigo Mitterrand es de mi edad, Papandreu, lo mismo y Bruno Kreisky es mayor que yo, y eso por hablar de líderes socialistas y no de comunistas. A España le hubiera venido muy bien que al frente de otros partidos hubiera habido gente con más experiencia, porque en política ésta es muy importante. Y no me refiero a nadie, ¡Dios me libre!".

No fue esta la única alusión a asuntos no terrenales que tuvo ayer el dirigente del PCE. Durante la comida, se dirigió a "una serie de amigos de la izquierda que ven que el único voto de izquierda posible es al PCE, aunque sean de otras corrientes marxistas, porque se dan cuenta de que somos el único partido con raíces en la clase obrera y en las fuerzas de la cultura y porque somos el partido revolucionario más maduro y con más experiencia" y habló de los apoyos que está recibiendo de algunos militantes de la ORT, PTE y Bandera Roja como un acercamiento "prometedor de los, hablemos en un lenguaje evangélico, hermanos separados".

Problemas muy serios

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El líder del PCE, valoró la preocupación manifestada el martes por el ministro de Defensa, Alberto Oliart, en lo que se refiere a la situación política; las entrevistas del Rey con personalidades de la banca y la cultura y las noticias aparecidas en algunos medios de información extranjeros sobre movimientos de tropas en Ceuta, Melilla y Málaga. "Las entrevistas, en medio de una atmósfera de inquietud", dijo, "revelan que hay problemas serios a los que debemos estar atentos. El peligro es que todo esto llegue a suscitar de nuevo una atmósfera de miedo en el país y que la gente empiece a perder confianza en sus propias fuerzas. Pero los españoles, si estamos unidos, somos suficientemente fuertes para impedir que haya un golpe de Estado".

¿Cómo quedará UCD después de las elecciones? ¡Santiago Carrillo opinó que "es muy difícil que pueda quedar peor de lo que está, aunque los resultados electorales pueden provocar en ella una diáspora todavía mayor. No se puede ser muy optimista, pero hay que decir que el centro se lo ha buscado.

Antes de partir hacia el mitin, Carrillo opinó que "quienes entierran políticamente a Adolfo Suárez se equivocan, porque tiene capital político y todavía puede desempeñar un papel en este país" y contestó a Alfonso Guerra, que ha dicho que el encefalograma del Partido Comunista de España es plano. "Nuestro encefalograma no está tan plano", afirmó; la subida del voto comunista en Aragón es importante y hablo, incluso, de sondeos del Gobierno".

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