La izquierda griega controlará la mayoría de las alcaldías

Las elecciones municipales griegas, cuya primera vuelta se celebró el pasado domingo, pondrán en manos de la izquierda, y concretamente en poder del Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK), las principales ciudades del país y la inmensa mayoría de las pequeñas localidades del campo, donde la derecha ha sido barrida. Ello no ha sido óbice para que el partido de la derecha, Nueva Democracia, afirme que las elecciones suponen una derrota para el PASOK, ya que ha conseguido globalmente, menos votos que en las elecciones legislativas del año pasado.

Todos los partidos iniciaron ayer, al conocerse los resultados, una frenética batalla de números, intentando demostrar que el contrario había perdido. Lo cierto es que sólo cantaban victoria los socialistas y los comunistas, limitándose el partido de la derecha a señalar un aumento de su voto en las grandes ciudades, la pérdida global de votos del partido socialista y el avance de los comunistas.Y comparados los resultados de estas elecciones municipales con las legislativas que dieron la mayoría absoluta en el Parlamento al PASOK, se puede comprobar que el partido de Papandreu ha perdido alrededor de un 10% de los votos, mientras que el PCG ha conseguido un aumento de más del 8% y la derecha mantiene su voto estable. Pero al margen de esta batalla de porcentajes, las cifras indican que las 132 ciudades de más de 5.000 habitantes donde fueron elegidos alcaldes el domingo, al alcanzar algunas de las fuerzas políticas más del 51 % de los votos, 89 fueron para el PASOK, 34 para Nueva Democracia, diez para el partido comunista y tres para candidatos independientes.

En las 144 restantes ciudades, entre ellas los grandes centros urbanos de Atenas, El Pireo y Salónica, deberá celebrarse una segunda vuelta el próximo domingo.

Todos los observadores coinciden, incluidos los de la derecha, en que la unión del voto socialista y el comunista en esta segunda vuelta dará en la inmensa mayoría de los casos la alcaldía al candidato de izquierdas mejor situado.

La batalla de Atenas

La batalla por el control de la alcaldía de Atenas tenía un significado especial, ya que desde el final de la segunda guerra mundial el partido del Gobierno nunca había ganado esta elección.El PASOK puede romper esta larga tradición. Su candidato, Dimitrios Beis, quedó ayer primero, con el 39% de los votos, seguido a escasa distancia del candidato de Nueva Democracia, Tzanis Tzannetakis, con ell 38,3%. En tercer lugar se situó el candidato comunista, Vassilios Efremidis, con el 18,6% de los votos.

En la segunda vuelta, en la que se enfrentarán únicamente el candidato socialista y el de Nueva Democracia, es prácticamente seguro que Beis reciba el voto comunista, lo que le asegura la alcaldía.

Una situación similar. se produce en El Pireo y Salónica, aunque en estos dos municipios quedó primero el candidato de la derecha en la primera vuelta, con poco más del 40% de los votos. La unión de la izquierda en la segunda vuelta asegura a los candidatos socialistas la alcaldía de ambas ciudades.

Pero si las cosas parecen bastante claras sobre quién va a ocupar la mayoría de las alcaldías griegas en los próximos cuatro años, las opiniones difieren abiertamente sobre el significado político de la votación del domingo. Los tres principales partidos, el socialista, el de centro derecha y el comunista, lanzaron una auténtica cortina de hipótesis, que tuvo fiel reflejo en las primeras páginas de los diarios afines a sus ideas.

Derrota moral

Para la derecha moderada, las elecciones son una derrota moral del PASOK, dada su pérdida de votos con respecto a las elecciones legislativas de 1981. El PASOK insiste en que el verdadero derrotado ha sido la derecha, virtualmente barrida de los ayuntamientos de Grecia, pese a haber mejorado su voto en las grandes ciudades. Esto, sin embargo, le vale de poco a la derecha, ya que no ha podido alcanzar el 51% de los votos en la primera vuelta y no conseguirá superar en la segunda la unión de los partidos de izquierda.Lo que nadie niega es el avance del Partido Comunista Griego (PCG), al que algunos llaman del exterior, por su tendencia pro soviética, y para distinguirlo del Partido Comunista del interior, eurocomunista, que en estas elecciones municipales estuvo junto al PASOK. El PCG, que dirige Harilao Florakis, registró globalmente un aumento de más del 8%, y en Atenas consiguió una votación que en las últimas elecciones municipales no pudo alcanzar un candidato tan popular como era entonces Mikis Teodorakis.

Un responsable de este partido subrayaba a EL PAIS la importancia cualitativa del avance comunista y añadía que "Papandreu debe darse cuenta de que tiene que contar con el PCG, que ha demostrado ser una sólida fuerza de izquierdas. No se luede prescindir de nosotros", añadía.

Los comunistas, pese a esta tendencia creciente de votos, no conseguiran mas alcaldes, ya que los candidatos han quedado en la mayoría de las circunscripciones por detrás de los socialistas. Y allí donde han quedado primeros es seguro que la derecha votará al candidato socialista en la segunda vuelta.

Hegemonía socialista

La victoria parcial en esta primera vuelta de los socialistas, y su previsión de victoria del próximo domingo, pondrá virtualmente todas las instituciones democráticas bajo el control del partido de Papandreu. Con 172 de los trescientos escaños que tiene el Parlamento, y con el control de la mayoría de los ayuntamientos, el partido socialista asume la gran responsabilidad de hacer "el cambio" -palabra mágica en estas elecciones de 1982-.