Los partidos centristas se disputan el voto en Andalucía

La batalla de los partidos centristas por captar el electorado andaluz está en su apogeo. Tanto Unión de Centro Democrático como el Centro Democrático y Social de Adolfo Suárez confian en lograr un buen porcentaje del voto indeciso, que en las ocho provincias andaluzas afecta a casi la mitad del electorado, según dicen las encuestas.El fin de semana pasado fue Landelino Lavilla quien recorrió una parte de Andalucía; ayer y hoy es el líder del CDS, Adolfo Suárez, quien lo hace, mantienendo su campaña de no ataques y, pese a lo reñido de la competencia por el espacio centrista en la región. Sin embargo, ciertas referencias al partido en el Gobierno se hicieron ayer inevitables, debido a las declaraciones hechas por el presidente de UCD en Sevilla, en el sentido de que el CDS se compone de un líder y un grupo de amigas. Suárez replicó a eso diciendo que "es cierto que a nosotros nos falta estructura, pero el que seamos amigos es una garantía de eficacia. En otras formaciones (refiriéndose a UCD) pueden no ser tan amigos". Suárez evitó cualquier ataque a Lavilla, a quien reconoció su capacidad de líder de UCD.

En la batalla por Andalucía, ambas formaciones parecen reconocerse salpicadas por el planteamiento del referéndum autonómico del 28 de febreero de 1980, que tanta irritación causó, en su día, en esta región. Porque, si bien Adolfo Suárez era presidente del Gobierno en la época, corresponsables en la redacción de la complicada pregunta del referéndum y en la preparación del mismo fueron destacadas personalidades de UCD: Félix Manuel Pérez Miyares -cabeza de candidatura de UCD en Huelva-, José Pedro Pérez Llorca -quien, por esta razón no se atrevió a presentarse por Cádiz y Rodolfo Martín Villa. Suárez admitió ayer, en una conferencia de Prensa, la posibilidad de que este tema incida negativamente sobre los sufragios que obtenga su partido, pero añadió que el resultado de la votación del 28 de febrero había hecho cambiar su concepción autonómica sobre Andalucía.

El ex presidente del Gobierno comenzó su recorrido por el sur de la península en Huelva. La relativa indiferencia con que fue acogido su paseo electoral por las calles céntricás de la capital, contrastó con el multitudiriario recibimiento que le tributaron en pueblos de la provincia, como Lepe o Isla Cristina, donde grupos de jóvenes le gritaron cariñosamente: "¿Qué pasa, colega?".