Ingrid Bergman

sigue viva. Así lo demostraron las 1.200 personas que ayer se apretujaron en la bella iglesia londinense de Saint Martin in the Fields para un funeral en recuerdo de la gran actriz sueca que falleció de cáncer en agosto, el día en que debía cumplir sus 67 años de edad. Veintiún niños de la Escuela de Arte entonaron en coro This old man, de la película The inn of the sixth happiness. El violinista Pátrick Halling tocó As time goes by, la canción inmortalizada en Casablanca, que Ingrid Bergman interpretó junto a Humphrey Bogart. Brigit Nelson cantó el Opus 28, de Beethoven, una de las piezas favoritas de Ingrid. Joss Adkland leyó algunas partes de El principito, el cuento que entusiasmaba a la fallecida actriz. El actor británico sir John Gielgud, tomando en sí el personaje de Prósperti, muy a propósito, recitó Nuestra algazara ha terminado, de La tempestad, de Shakespeare. También estuvo presente "Raymond Gerome, actor y director francés. "Quizá sea este el último otoño sin Ingrid, pero para mí, aún está viva, aún está aquí", comentó Liv Uliman, recordanto La sonata de otoño y la fuerza, vitalidad y femiilídad de Bergman. "A pesar de su larga lucha contra la enferrriedad, mi madre estuvo haciendo bromas y riéndose hasta el final", aseguró Pla Lindstrom Daly, que vino al funeral en compañía de sus hermanas Isabella e Ingrid y de su padre Lars Shmidt.