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Antonio Corgos, convencido de que su salto milagroso esta próximo

A los dieciocho años era recordman de España con 8,05; a los diecinueve, recordman europeo juvenil con 8,09; a los veinte llevó el récord nacional a 8,23, logró la cuarta mejor marca mundial del año y fue séptimo en los Juegos Olímpicos; a los veintiuno fue campeón europeo de pista cubierta, y a los veintidós, subcampeón de Europa absoluto. Este es el palmarés dé Antonio Corgos, y aún sin haber dado de sí todo lo que lleva dentro. Las lesiones, los problemas musculares, le han impedido siempre entrenarse a tope. Este verano lo hizo a un 80% de sus posibilidades. Corgos está todavía muy lejos de sus límites. El está convencido de que no se irá sin haber llegado a los 8,50 metros.

Corgos ha saltado ya ocho veces por encima de los ocho metros, y sólo una vez con viento a favor. "Mi salto de 8,50 tiene que estar al caer. Sé que valgo esa marca. El cuándo será en una competición que me motive, en la que haya alto nivel, porque siempre te contagias de tus rivales, para bien o para mal, y después de haberme podido entrenar a pleno rendimiento. Puede ser en los campeonatos del mundo, el próximo año". Pero a Corgos le interesan más ahora los títulos que las marcas, "porque ser campeón o subcampeón es algo que queda para siempre. Lo ideal es que vayan unidos título y marca, y es lo que persigo, porque el nivel de las competiciones es ahora muy elevado y de verdad que me siento capaz de reunir en un concurso la velocidad, la seguridad y la fuerza".La temporada ha sido dura para Corgos. Muchos compromisos, resueltos todos positivamente. Ha permanecido invicto en todos los encuentros internacionales y pruebas individuales. Sólo le llegó la derrota el jueves, que puede considerarse como victoria, pues ganó la medalla de plata en los campeonatos europeos. Me supero en los momentos difíciles, porque necesito una motivación para competir bien. Tenía que arriesgar al máximo y sólo me quedaba un salto. Todo salió bien, pero aún hubiera estado mejor si la final hubiera sido el día de la calificación. Ese día salté 8,02; pero si después hubieran venido los saltos de mejora, me hubiera ido al 8,30 porque sentía los nervios a flor de piel. Esto es lo que me ha faltado en otras competiciones, incluso en las que dejé de saltar porque ya tenía la victoria segura y no me gusta arriesgarme a sufrir una lesión en una temporada en la que apenas pude entrenarme. Además, saberme vencedor en alguna competición no tiene ningún aliciente para mí .

Descanso

Ahora ha llegado la hora del descanso tras un verano en el que las competiciones se han sucedido. "Estoy harto. Necesito un descanso, y para ello buscaré ahora sol y tranquilidad. Renuncio a todas las reuniones internacionales, incluso a la Golden Gala del próximo martes en Roma, que viene a ser una tradicional revancha de los campeonatos. Además de que estas reuniones no me motivan y en ellas es donde seguro que jamás haré marca".Corgos pertenece a la categoría olímpica de la Federación Española de Atletismo, lo que traducido a dinero significan 80.000 pesetas mensuales. "Es imprescindible que el atleta de alto nivel tenga una estabilidad. Sólo puede preocuparse de entrenarse y competir. Todo lo demás se lo tienen que dar hecho, porque si lo compaginas con el estudio o el trabajo pierdes la progresión a la que estás obligado". Pese a esta incompatibilidad, Corgos está en primer curso de educación física, aunque estudia con mucho relajo.

Aunque el atletismo ocupe habitualmente las primeras páginas de la vida de Corgos, éste tiene por encima otra serie de valores. "Yo, por ejemplo, sé que por mi constitución sería uno de los atletas mimados en los países del Este. Allí me harían saltar todo lo que puedo ser capaz. Pero prefiero saltar menos y gozar más de la otra vida, la no deportiva. Incluso me pensaría muy mucho el ir un año a entrenarme a esos países".

Ahora, Corgos ha quedado aún más comprometido con el atletismo. No le asusta que le exijan. Incluso es lo que quiere, pero sólo en la longitud. Por ahora, nada de triple salto y de decatlón (tiene 10,6 en cien y 2,08 en altura).

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