Divertida parodia

Pasó inadvertida por las panta llas españolas esta tercera película de Antony Harvey (director de Un león en invierno), aunque víniese avalada por el buen hacer profesional de George G. Scott y Joanne Woodward, actores de cierto éxito entre riosotros. El de tective y la doctora, absurda tra ducción de Podrían ser gigantes, logró íncluso buena crítica en casi todas las publicaciones, pero ni aun así se logró que el público acudiera en abundancia a conocer esta divertida y extraña película.Sherlock Holmes es, en esta ocasión, un perturbado que yive a su manera las hazañas del famoso detective; le acompaña su psicoanalista, la doctora Watson, quien no puede elitar el aceptar y querer a ese loco perseguídor de un inexistente Moriarty. ¿Inexistente? El juego dramático ideado por el novelista James Goldman, también autor del guión, se abre a nuevas incógnitas que dejan en suspenso la posibilidad de que el fantástico mundo del loco sea el único real. Más auténtico, al menos, que el de otros personajes aparentemente anclados en la tierra, pero sin capacidad para saber ver lo que hay a su alrededor. En las peripecias del doctor aparece un buen número de personajes, entre ellos, el auténtico Rodolfo Valentino, que destaca como el más divertido de toda la película.

Juego de humor en el que Paul Newman actuó como productor, creyendo con fe en un proyecto que no tuvo el éxito que merecía.El personaje de Sherlock Holmes ha sido parodiado con mejor fortuna comercial en otras ocasiones. Basta recordar al flacucho violinista homosexual de Billy Wilder. Su figura queda muy lejos del estereotipo conseguido por el actor.Basil Rathbone, el más asiduo intérprete cinematográfico del personaje de Conan Doyle.

El detective y la doctora se emite hoy, a las 22.00, por la primera cadena.