Para salvar la empresa italiana hay que contar con el PCI
La empresa italiana está en crisis profunda. Para salvarla sería necesario un acuerdo entre todas las fuerzas productoras del país, un pacto entre las fuerzas políticas y sociales y la vuelta del Partido Comunista, que debe salir de su aislamiento y participar en salvar la economía.
Estas declaraciones explosivas las acaba de hacer Carlo de Benedetti, apellidado el nuevo Agnelli. Es el presidente lel consejo de adnúnistración de Olivetti, la empresa privadi más floreciente del país. Pertenecea la nueva clase de empresarios modernos, independientes del poder político y con gran prestigio internacional. Hasta el punto que estas declaraciones las ha hecho el domingo al diario L'Unita, órgano oficial del Partido Comunista, que le dedica un despliegue de títulos a seis columnas.
Esta decisión de los comunistas italianos de entrevistar a De Benedetti con tanto relieve en L'Unita ha sido enseguida interpretada por los observadores políticos como la clara voluntad de los comunistas de abrir un diálogo con los nuevos empresanos privados del país.
Según De Benedetti, además del acuerdo entre las fuerzas productivas y las fuerzas sociales y políticas es necesario para salvar a Italia de "este incendio" una "administración extraordinaria", en la que participe tambíén el Partido Comunista, ya que, dice, "no se puede aislar una tercera parte del país y después lamentarse de qué hace la oposición". Por otra parte, añade, "el Partido Comunista no puede aislarse dando pretextos a los demás, ni puede seguir en la lógica del todo o nada .
Aumento de la producción
Según este empresario, que ha llevado a Olivetti a un aumento de producción de casi el 30% en cuatro años, en Italia ni los políticos se dan cuenta que "estamos al borde del colapso". Por otro lado, el déficit público, dice Benedetti, ha tocado la cifra asombrosa que representa casi el 50% de la renta nacional. El déficit italiano es proporcionalmente siete veces mayor que el de Estados Unidos.El gran problema de Italia, según el presidente de Olivetti, no es el de la famosa "escala móvil". El problema es la falta de producción y el regalo que se hace al extranjero vendiendo los productos naciona es a bajo coste. A esto, dice, hay que añadir el gran aumento de la inflación y de la desocupación y la quiebra de las empresas con participación estatal.
Por lo que se refiere a los remedios para que la empresa italiana salga del incendio que la devora sería necesano, según De Benedetti, presidente de la entidad, un cambio político que permita finalmente en este país, después de cuarenta años, una "alternanza democrática". El rechaza la alternativa de izquierdas, ya que dice "soy un empresario privado que cree en la libertad de empresa y de mercado".
Pero una alternativa de fuerzas democráticas en estos momentos es indispensable para dar vitalidad al sistema político. Pero mientras tanto, ya que el incendio crece y las medidas que habría que tomar son urgentes y graves, según el empresario italiano, haría falta una gestión "extraordinaria", pero hecha y meditada por los partidos del Parlamento, sin excluir al Partído comunista. Contrariamente se podría ir hacia una "dictadura", a la que, afirma, "yo me opongo con todas mis fuerzas".
Según Carlo de Benedetti, presidente de la compañia, son importantes todas las reformas institucionales que se realicen para que funcione mejor la máquina del Estado, pero personalmente piensa que no es necesario cambiar la Constitución, sino más bien "aplicarla a fondo y sin miedo en sus partes nunca actualizadas hasta el presente".
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