El primado de Polonia hace un llamamiento al diálogo entre el poder y la sociedad
El primado de Polonia, Josef Glemp, defendió ayer ante unos 200.000 fieles el derecho de los agricultores polacos a formar un sindicato. Según el primado "puede que de este modo se consiga instaurar este diálogo tan deseado entre el poder y la sociedad". Este llamamiento se produce en vísperas de nuevas manifestaciones convocadas por el sindicato Solidaridad para pedir el levantamiento del estado de excepción y en un clima de tensión.
Dirigiéndose a la inmensa multitud concentrada ante la explanada del santuario de Jasna Gora para conmemorar la festividad de la patrona de Polonia, la Virgen Negra de Czestochowa, el arzobispo dijo que "el campo necesita de una organización sindical. El derecho a organizarse es un derecho innato, que no puede ser ni otorgado ni impuesto".El primado, que en ningún momento pronunció el nombre de Solidaridad ni hizo alusiones a las manifestaciones del viernes, deplora que "parezca olvidarse a los agricultores en las propuestas (gubernamentales) sobre el futuro de los sindicatos".
Interrumpido por frenéticas ovaciones de los peregrinos, Glemp se mostró confiado en que "una normalización progresiva en nuestro país permita a los agricultores organizarse. Puede que al comenzar precisamente por los agricultores se consiga instaurar el tan deseado diálogo entre el poder y la sociedad".
El mutismo de Glemp sobre la situación actual de Polonia sorprendió a los observadores, quienes consideraban muy difícil que el primado no abordase la actualidad política polaca y no definiese nuevamente la posición de la Iglesia ante esta segunda quincena de agosto, en la que hay un rosario de conmemoraciones pendientes con motivo del segundo aniversario de las grandes huelgas que llevaron hace dos años al reconocimiento oficial, por primera vez en un país socialista, de un sindicato independiente.
Para esta tarde en Gdansk está prevista un nueva concentración de simpatizantes de Solidaridad ante el monumento a los trabajado es muertos en 1970. La convocatoria la ha realizado el sindicato desde la clandestinidad y ayer la ciudad aparecía fuertemente vigilada por brigadas antidisturbios de la milicia.
En las inmediaciones de los astilleros Lenin, núcleo fundacional de Solidaridad, las patrullas de policía eran más numerosas que en días anteriores.
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