El equipo
Pasar las vacaciones bajo la lona no tiene por qué ser sinónimo de fatiga e incomodidad. Hay que llevar el equipo imprescindible, eso sí. Incluso, si hay sitio en el coche -imposible si se lleva la casa a cuestas en forma de mochila-, merece la pena cargar con las cosas que sólo serán útiles por si acaso. Si tan sólo se va a residir en un camping -con él conviene efectuar reserva previa-, a lo imprescindible se puede añadir lo superfluo, al precio quizá de una cierta incomodidad en el viaje, pero nunca de la inseguridad.Si se trata de un periplo, hay que afinar y lo superfluo sólo debe tener cabida como excepción, aunque un capricho está siempre justificado, y más en vacaciones. Para los itinerantes es recomendable la llegada a los puntos de destino durante la mañana, cuanto antes mejor. Así se evitarán los carteles de completo, tan frecuentes en temporada alta.
Este podría ser el equipo mínimo del campista:
- Tienda de campaña.
- Sacos de dormir.
- Colchones inflables (y el correspondiente inflador, preferiblemente de pie).
- Camping-gas para cocinar.
- Camping-luz.
- Cuerdas para tender la ropa, pinzas y detergente.
- Utiles de cocina.
- Vajilla y cubiertos.
- Mesa y sillas plegables.
- Cantimplora o termo.
- Caja de herramientas.
- Botiquín.
- Linterna.
- Mantas (imprescindibles si se viaja a la Europa central o nórdica).