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La tabaquera Reynolds compra la cadena Kentuky Fried Chicken

R. J. Reynolds, el grupo tabaquero norteamericano más importante que elabora los cigarrillos Winston, se comió ayer a la empresa propietaria de la cadena de restaurantes rápidos Kentuky Fried Chicken, Heublein Inc., por un precio global de 1.300 millones de dólares (más de 130.000 millones de pesetas), pagadero en efectivo y en acciones. La operación es quizá la absorción más importante que se ha producido en el sector afimentario estadounidense en la reciente historia.Con la adquisición, Reynolds gana por la mano al grupo de General Cinema Corp., el grupo más extenso en la industria cinematográfica estadounidense, que meses antes había adquirido el 18,9% del capital de Heublein y que, desde entoces, se encontraba presionan do a la baja para adquirir el resto. Aparte de Kentuky Fried Chicken, los restaurantes fundados hace más de veinte años por el popular coronel Harland Sanders, Heublein es el principal productor de vodka y bebidas mixtas preparadas de Estados Unidos.

La absorción fue recibida favorablemente por los medios financieros norteamericanos, que resaltaron la importante expansión que dentro del sector alimentario está llevando a cabo Reynolds, bajo cuyo patrocinio se comercializan las marcas Winston y Camel. Aparte de Hueblein, Reynolds es propietaria, desde 1979, de la firma Del Monte Corp, que comercializá conservas vegetales y otros productos enlatados.

Proyección internacional

Desde el punto de vista de Reynolds, la compra le permite exteilder aún más su proyección internacional y diversificar la gama de sus productos y actividades. El grupo Reynolds se había metido recientemente en el negocio minero y petrolero, actividades sometidas últimamente a una gran incertidumbre.Bajo los términos del acuerdo de compra, Reynolds comprará en efectivo 11.350.000 acciones (el 52% del total del capital) de Heublein al precio de 63 dólares por acción. El resto de las acciones se intercambiarán por valores de Reynolds, cuyo precio en el mercado es de unos 57 dólares por acción.

Con la compra, Reynolds prácticamente dobla la facturación de su división alimentaria, que el pasado año totalizó unas ventas de 2.300 millones de pesetas. Las ventas de Hueblein sumaron 2.100 millones de dólares en el mismo período. Algunos medios ven en esta operación un intento de Reynolds de emular a su principal competidora en el mundo del tabaco, la Philip Morris, que hace unos años se introdujo, a su vez, en la actividad licorera, con compras de varios fabricantes de sodas y bebidas alcohólicas.

No obstante, el grueso de la actividad de Reynolds se mantiene todavía en los cigarrillos, que el pasado año marcó el 51% de todas sus ventas. El exceso de tesorería y su ansia de crecimiento se presentan como las razones más importantes para la compra de Heublein, propietaria también de Industrias Gallo, productor de vino con el segundo puesto en ventas de este producto en el país.

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