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Derrota de los 'renovadores' en el congreso del PC cántabro

A primeras horas de la madrugada del lunes finalizó el congreso extraordinario del Partido Comunista de Cantabria (PCE), con la elección como secretario general de Ambrosio Sebastián, miembro del Comité Central del PCE y que representa el "sector más conservador de los comunistas cántabros. Con esta decisión se cierra el paréntesis abierto el pasado año con la derrota del ahora elegido por Martín Silván, calificado de renovador y que el pasado mes de mayo abandonó el cargo en el partido.

El congreso del PCC-PCE, que se inició el sábado en Santander, ha supuesto la práctica desaparición como tal del sector renovador en la dirección del partido, aunque algunos de sus miembros hayan sido elegidos para el Comité Ejecutivo. Algunos de los principales representantes de este sector, como el secretario de la federación del metal y miembro de la ejecutiva, Roberto Rufino, ni siquiera asistieron al congreso.

La elección de Sebastián ha sido apoyada por la dirección nacional, a pesar de que se le considera próximo a la tendencia prosoviética. Este recupera así el control oficial del PCC-PCE. Un sector importante de la organización atribuye a su gestión, anterior las bajas de cuadros y militantes que el PCC-PCE sufre en los últimos años.

Nueva dirección de los comunistas aragoneses

Adolfo Burriel, un joven abogado laboralista, ha sido elegido nuevo secretario general del Partido Comunista de Aragón. De los 60 miembros que componen el Comité Central sólo asistieron a la elección 37, de los cuales 30 votaron a Burriel, registrándose 6 votos en blanco y uno nulo, informa nuestro corresponsal en Zaragoza.El nuevo secretario de los comunistas aragoneses se sitúa en una línea intermedia entre los renovadores, a los que pertenecía el anterior secretario general, Luis Martínez, y los carrillistas. Al acto de su elección asistió como representante del PCE Francisco Romero Marín. Tanto este como Burriel, en sus intervenciones se refirieron a la actual crisis del partido, pero dijeron que el proyecto político comunista tiene validez en los términos en que está planteado.

Si bien las diferencias políticas entre el secretario general saliente y Burriel no son muy grandes, todo hace pensar que la fuerza que en Aragón tenían los renovadores, tras la dimisión de Luis Martínez están perdiendo su influencia.

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