La solución Lavilla

La operación de Landelino Lavilla, basada en la recuperación de la coincidencia programática entre Unión de Centro Democrático y sus bases sociales, que empezaban a desertar en busca de un partido y un líder, es, por lo general, enjuiciada por unos, los socialistas, y por los otros, los franquistas, con muy malas perspectivas; ello es lógico, por cuanto la consolidación de la opción del presidente del Congreso de los Diputados es una pésima noticia para Manuel Fraga, que vería cortocircuitada la hemorragia de electores centristas hacia su opción, y para Felipe González, que no podría beneficiarse de la representación de una parte del centrismo frente a la derecha no centrada de Alianza Popular.No parece el momento de interrogarse si Landelino Lavilla es una salida o una solución para la crisis del partido gubernamental; probablemente ni él mismo sabe, en realidad, si es algo más que una salida y si podrá ser una solución. Evidentemente, él desea ser la solución, pero por ahora es completamente imposible conocer si podrá dar el salto de la salida a la solución.

21 de julio