El atletismo español demostró su solidez

ENVIADO ESPECIALEspaña volvió a ganar la Westathletic en categoría masculina mientras que en la femenina hubo una importante regresión respecto a clasificaciones pasadas. La nota que obtuvo en esta reválida, por las aspiraciones que tiene ante confrontaciones de mayor envergadura, fue de notable. Se ganó con soltura, pese a fallar hombres claves en el equipo. Quedó demostrado que con un equipo B en hombres se puede competir dignamente ante países frente a los que se ha progresado con grandes diferencias.

El equipo nacional de atletismo actual es sólido, sin fisuras para una competición como es la Westathletic, porque los rivales en las pruebas de lanzamientos están a un nivel similar al de los españoles, lo mismo que en las de velocidad y altura, que son los puntos flojos del atletismo español. En las otras pruebas, que son el fuerte, pese a competir mal en algunas y mantener un tono discreto en otras, fue suficiente para ganar con holgura la competición. Faltó motivación en algunos hombres, incluso hubo baja forma por una temporada mal programada, y hubiese resultado más idóneo dar entrada a nuevos valores que tienen cerrada la internacionalidad por las figuras. Peor que algunas de ellas no lo hubieran hecho.Ganadores españoles

Los ganadores españoles en la última jornada fueron Cid en triple con una serie de 15,63, nulo, 16,03, nulo, 16,03 y 16,22; sorprendentemente Cabrejas en altura, ante la ausencia de Delhauser, con saltos válidos al primer intento sobre 2,05, 2,11, 2,17, 2,20 y 2,23. Falló únicamente por el incómodo y fuerte viento lateral sobre el 2,25, que sería nuevo récord nacional; Domingo Ramón, con el mínimo esfuerzo en 3.000 metros obstáculos; Moracho en 110 vallas, que parece que va ya recuperándose de su baja forma tras la experiencia norteamericana; y Garrachón en disco, que sólo tuvo que estar en su línea de años anteriores para vencer.

Los restantes españoles se mantuvieron en niveles discretos o incluso decepcionantes, caso de Abascal, otro atleta que fue medalla en los campeonatos europeos de pista cubierta y que ayer tuvo una pésima actuación. Su fracaso, junto a la mediocre actuación de Benjamín González y Trabado el día anterior, más las ausencias por lesión de Páez y José Luis González en esta competición, vino a poner de relieve la solidez del equipo español. Sin sus cinco medallas continentales, puntuando como cabía esperar, ganó sin agobios. Prieto, otro atleta en el que se confía internacionalmente, evidencia sus limitaciones en 10.000 metros ante rivales de cierta talla como Carlos Lópes, Ryffel o Hagelsteen, éste retirado. El futuro de Prieto está en la maratón, especialidad que intentará este año en Nueva York.

En mujeres, decepción absoluta. Unicamente las atletas españolas lucharon por mejorar sus marcas personales, meta que no todas lograron. El atletismo femenino ha entrado en barrena. Mientras el masculino va progresando, el femenino quedó estancado, pese a que trabaja con mayores márgenes para llegar a sus límites. A los veinte años de práctica en España, lleva dos en los que los récord son tan exporádicos como si estuvieran ya en los límites mundiales. Ayer cayó uno, el de 4x400, que estaba en 3.42.5 desde hacía cuatro años, protagonizado por Gloria Pujol, Pilar Contreras, Rosa Ochandiano y Rosa Colorado; las atletas que ayer lo mejoraron hasta el 3.41.99 fueron Gregoria Ferrer, Gemina García (excelente carrera la suya), Rosa colorado y Montserrat Pujol.

Clasificaciones

Para De la Parte, la maratón nacional

Santiago de la Parte, con 2.15.47, y Consuelo Alonso, participaron ayer por primera vez en una prueba oficial de maratón y se proclamaron campeones nacionales de la distancia, en Laredo. Eleuterio Antón, actual recordman español, se retiró.