Carrera casi a puerta cerrada en el Jarama
Casi a puerta cerrada, por la casi nula presencia de público en el circuito, y bajo un fuerte calor, se disputó ayer las 12 Horas del Jarama. Solamente los pilotos que tomaron parte, en número bastante abundante, se divirtieron. La casi nula difusión de la prueba por parte de los organizadores, la ausencia de espectáculos paralelos que amenicen una carrera tan larga, el largo puente, el fuerte calor reinante y la gran diferencia de las máquinas en competencia, fueron las razones de que el Jarama presentara un aspecto desolador. La pareja formada por Benjamín Grau y Enrique de Juan, sobre Ducati, dominaron la carrera.Los organizadores de la carrera, cargados de buena voluntad, tendrán que reconsiderar para el futuro el montaje de una carrera de estas características. La publicidad previa es indispensable. Pero más importante aún es que los espectadores tengan, como aliciente alternativo al paso de las motos mezcladas con muchas vueltas de diferencia durante doce largas horas de carrera, algún espectáculo verbenero y musical que sirva de entretenimiento. De otra forma, el vacío desolador que presentaba ayer el circuito del Jarama será una constante en el futuro.
Grau-De Juan y Cano-Parés, con Ignacio Bultó siempre al acecho, dominaron ampliamente la larga carrera, basados en su mayor experiencia en este tipo ole pruebas y en la superior potencia de sus motos.
Por otra parte, el italiano Franco Uncini, sobre la Suzuki que el año pasado sirvió para convertir en campeón a su compatriota Marco Lucchinelli, ganó la carrera de 500 cc del Gran Premio de Holanda, retrasada por la lluvia. Uncini ganó por delante del norteamericano Kenny Roberts y del británico Barry Sheene.
Con esta victoria, el italiano ha pasado a la cabeza de la clasificación general del campeonato del mundo en la cilindrada reina.
