Hoy concluye en Ginebra la 68ª Conferencia de la OIT

Después de tres semanas de intensas reuniones, termina hoy la 68ª Conferencia Internacional del Trabajo, que reunió a más de 2.000 delegados de Gobiernos, trabajadores y empleadores de los 147 Estados miembros de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Los puntos culminantes de la conferencia, como se preveía, los marcó la presencia del presidente de Francia, François Mitterrand, y del papa Juan Pablo II.Bajo ópticas distintas, ambos, al intervenir ante la asamblea plenaria de la conferencia, situaron en un primer plano el papel del trabajador en la sociedad, como asimismo hicieron llamadas en favor de los derechos humanos y de la libertad sindical.

Por otra parte, dos temas impusieron su razón de ser en la conferencia: el del desempleo y subempleo y el de los derechos humanos y la libertad sindical. Y ayer, prácticamente en la víspera de la clausura de ésta, ante la sorpresa de muchos, en el plenario de la conferencia fue rechazado el informe de la comisión de aplicación de convenios y recomendaciones, en el que se daba cuenta del grado de cumplimiento e incumplimiento de los convenios de la OIT por diversos países, especialmente en el plano de las libertades sindicales y derecho de asociación.

José Antonio Aguiriano, diputado del PSOE hasta hace un año, ampliamente conocido en el ámbito del sindicalismo internacional por sus luchas en el seno de la OIT en pro de las libertades sindicales, declaró ayer a EL PAIS, desde su actual alto cargo de director de la Oficina de Actividad para los Trabajadores, de la OIT, que entre los aspectos indiscutiblemente positivos de esta 681 Conferencia destacan la adopción de instrumentos (convenios internacionales), que amplían los derechos de los trabajadores emigrantes en materia de seguridad social, y otro que protege más ampliamente a los trabajadores contra los despidos.