Pugna en UCD por llevar a Suárez o a Landelino Lavilla a la presidencia del partido

Una nueva lucha interna parece haber estallado en el seno de Unión de Centro Democrático (UCD) entre las facciones partidarias de colocar a Adolfo Suárez en la presidencia del partido y los que ahogan porque el puesto sea ocupado por Landelino Uvilla. Esta lucha interna, que agrupa a democristianos y liberales, por un lado, y a socialdemócratas y suaristas, por otro, amenaza con producir una seria escisión en el partido cuando, a comienzos del próximo mes, se celebre la esperada reunión del consejo político ucedista.

Esta escisión, seguiría, en todo caso, a otra rnucho más próxima (se habla en medios centristas del día 1 de julio) protagonizada por Oscar Alzaga y un número indeterminado de democristianos hacia las proximidades de Fraga.Medios suairistas filtraron tras la última entrevista celebrada en La Moncloa entre Adolfo Suárez, Landelino Lavilla y Leopoldo Calvo Sotelo, que: existe ya un principio de acuerdo en el triunvirato, según el cual Suárez podría ocupar la presidencia de UCD, sustituyendo a Calvo Sotelo, que está ya resignado a dejar esta parcela de poder.

Sin embargo, falta ahora que se pongan de acuerdo en el reparto de puestos Suárez y Lavilla. Parece improbable que éste aceptase el puesto de seeretario general, de acuerdo con informaciones procedentes de los escasos dirigentes ucedistas a los que el presidente del Congreso se ha confiado últimamente. De acuerdo con estas fuentes, Lavilla no se ha decidido aún a lanzarse- a la "batalla por la presidencia" -entre otras razones porque implicaría la disolución de las Cortes más anticipada aún de lo que se prevé, debido a su cargo de presidente del Congreso-, a la que le empujan el sector democristiano centrista, encabezado por Fernando Alvarez de Miranda y el propio Cavero, y un grupo de liberales.

Ni unos ni otros aceptarían, según sus propias afirmaciones, la presidencia de Suárez, al que consideran "un valor de futuro, pero no de futuro inmediato", y, desde luego, no un valor en sí mismo para la renovación que precisa UCD.

Una tercera vía es defendidapor algunos azules y socialdemócratas, como Juan José Rosón, Santiago Rodríguez Miranda o elindefinido Federico Mayor Zaragoza. Consiste en lanzar al cartel electoral ucedista lo que llaman la segunda generación" del partido.

Así las cosas, se ha llegado a un dificil callejón sin salida en las negociaciones internas de las diversas familias de UCD, que contemplan como el partido se fracciona prácticamente sin remedio. Alvarez de Miranda, junto con algunos democristianos contrarios a la coalición con Fraga, como Cavero, Juan Antonio Ortega, Manuel Villa Arregui, Eugenio Nasarre, y el refuerzo de otros nombres actualmente fuera de UCD, como José Maria Gil Robles o Miguel Bermudo, pueden llegar a plantearse la formación de un partido propio, caso de prosperar el intento de colocar a Suárez en la presidencia centrista. A su vez, los suaristas afirman que difícilmente aceptarían a Lavilla en la presidencia, y conflan en que éste accederá al final a ser el nuevo secretario general del partido.

Entretanto, la facción democristiana que, liderada por Oscar Alzaga, está negociando con Manuel Fraga para formar con él una coalición electoral, pretende también la entrada de los liberales de Antonio Garrigues en lo que se delinea como un gran frente conservador que pretende evitar la victoria socialista. "Si Suárez está tratando un pacto poselectoral con los socialistas, desde su partido bisagra, ¿por qué no vamos nosotros a poder hacer lo mismo con Fraga?", señalaba ayer a EL PAIS un miembro de este sector.

Cabe destacar, también, que Oscar Alzaga es el hombre puente .entre Antonio Garrigues Walker y Manuel Fraga. Este último manifestó en una cena celebrada el pasado martes con los informadores, que todavía no había mantenido contactos con Garrigues pero que esperaba hacerlo en breve.

Finalmente, y según recogía ayer Efe de fuentes centristas, las bases que perfilan el posible acuerdo para cerrar la crisis de UCD, serían proponer a Landelino Lavilla como candidato a la presidencia de un futuro Gobierno y a Adolfo Suárez como presidente de UCD, manteniendo a Calvo Sotelo en la presidencia del Gobierno hasta las próximas elecciones.