Argentina prepara, a puerta cerrada, la 'operación Bélgica'
La selección argentina inició anoche oficialmente lo que podríamos llamar la operación Bélgica, nombre que se ajusta a la idea de como Menotti concibe el plan para cada partido del Mundial: un comando operativo en el que se deben reunir tres factores decisivos para la victoria. El estudio del rival en una pantalla de vídeo y el trabajo consiguiente en el campo, el factor sorpresa y la celeridad en los movimientos claves de la acción.
El plan se había puesto en marcha durante dos de los entrenamientos realizados la semana pasada, pero se intensificó a partir del lunes, cuando el técnico de la selección argentina volvió a disponer dos vallas policiales que impidieron no sólo el acceso al campo de entrenamiento municipal de Villajoyosa sino, también, a las calles cercanas. Tan solo desde una lejana terraza se pudo observar como los jugadores suplentes hacían de Bélgica frente a los titulares. El ejercicio técnico-1áctico consistió en que los cuatro volantes suplentes -Barbas, Trossero, Patricio Hernández y Valencia- sumados a la línea de fondo ejercieran pressing sobre los tres delanteros contrarios -Bertoni, Ramón Díaz y Kempes- obligándolos a una rotación permanente. El lateral izquierdo quedaba frecuentemente libre para posibilitar el arranque sorprendente de Maradona, quien llegaba a desbordar con facilidad.Se manejaron también variantes de ataque para anular la ley del fuera de juego que los belgas aplican casi a la perfección. En los días siguientes el plan prevé la mecanización de los relevos defensivos, para impedir que la actitud ofensiva de Argentina deje demasiados espacios al contraataque de Bélgica. Menotti, como mandan los libros del buen fútbol, cree que la mejor manera de evitarlos es anulando a los lanzadores. En este caso Gallego y Ardiles se encargarían de Van Moer o Vercautaren, según cual sea la alineación titular de Bélgica.
El de ayer por la tarde fue el último entrenamiento abierto para que los periodistas y fotógrafos pudieran trabajar con libertad. A partir de hoy miércoles se suspenden las entrevistas especiales que se solicitan por carta al jefe de Prensa de la delegación y también las visitas de los familiares que se hospedan en el hotel Eurotenis, vecino de Montíboli, aunque con ellos suelen encontrarse en la hora del descanso previa al almuerzo, porque ambos hoteles comparten la misma playa.
El clima de la concentración y la convivencia han mejorado notablemente, tal como se esperaba, desde la llegada a Alicante. La despedida sin apoyo popular y con silbidos en el último partido sumada a la especial tensión que vive la Argentina por el conflicto bélico con Inglaterra y a los inevitables roces de una larga concentración iniciada en febrero, que se consideró excesiva, habían provocado un desgaste en la unión del grupo, que se vio fracturado por malestares y rencillas. La salida a la luz de estas cuestiones con la sola mención del hecho, desencadenó una desproporcionada reacción de los jugadores, quienes pidieron a los periodistas que negaran tal versión. Sin embargo, se supo después que el plantel se reunió a tratar el tema y se reconocieron algunas diferencias internas. La recuperación del diálogo y la llegada de los familiares contribuyeron a consolidar esta renovación en el ánimo y la fe. Hasta la simple anécdota de los quince goles marcados al modesto equipo de Villajoyosa y la ovación de los cuatro mil espectadores devolvieron una alegría que parecía perdida. Se nota en las caras y en el trato.
Después de la. cena el cuerpo técnico y los jugadores se reunieron para ver el vídeo del partido que Bélgica jugó recientemente frente al Ajax de Holanda, equipo al que venció por 4-2. Esta primera visión de uno de las tres películas que consiguió Menotti, el técnico la calificó como de "clasificación personal" porque el vídeo fue detenido varias veces para apreciar en cámara lenta las características individuales de cada jugador y su colocación en los saques de faltas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.