Saporta se desmarca
La bronca entre Saporta y Porta no cesa. Las declaraciones del presidente del Comité Organizador en Asturias, sobre el tema de las entradas, ha sacado a Porta de sus casillas. La guerra entre los presidentes tiene cada día batallas nuevas. Ayer, la de su presencia en El Saler.Para evitar que la concentración tuviera un rosario de visitas oficiales se estableció que la ministra de Cultura, Soledad Becerril, el secretario de Estado para el Deporte, Jesús Hermida y Saporta fueran juntos a El Saler. Saporta no se ha dejado. La Federación trata de controlarle, pero él se desmarca con habilidad. Ayer estuvo con la selección y se sacó de la chistera un regalo al estilo de sus viejos tiempos del baloncesto, en los que en lugar de primas entregaba collares de perlas para esposas y madres de los jugadores. Saporta regaló a cada jugador del equipo nacional una camiseta con escudo y nombre bordado en oro. Cada una se calcula que vale entre 75 y 100 mil pesetas.
Porta, que tiene que acudir hoy a Valencia, para tratar el tema de las primas con los jugadores, estuvo ayer al borde del infarto. El presidente de la Federación estimó que, con el detalle, Saporta se lo había puesto difícil. Y el problema no sólo está en lo de las camisetas, sino en la actitud siempre amable que tiene Saporta con los jugadores.
Porta suponía ayer, y suponía bien, que a la hora de enfrentarse al tema de las primas los jugadores se van a encontrar con una patronal dura, bastante distinta a la que hubiera podido representar Saporta. Martín Villa ya no sabe que hacer para resolver el conflicto entre los presidentes.
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