Inquietud y resistencia en la asamblea de las cajas rurales
Hoy se reúnen en Madrid representantes de todas las cajas rurales provinciales, en la asamblea general anual de su Consorcio. Aunque no han trascendido los temas objeto de la sesión, el ambiente captado en medios de dichas cooperativas de crédito es de inquietud y resistencia ante los intentos de mayor control por parte de la autoridad monetaria.La media docena de crisis surgidas entre las cooperativas de crédito durante los últimos meses preocupan entre los responsables de las cajas rurales. El motivo es doble: dañan la imagen de sus entidades e incitan actuaciones del Banco de España. No obstante, las 151 cajas, cuyas 2.900 oficinas suponen más del 10% del sistema financiero (no llega al 4% si se comparan los recursos), llevan un ritmo de crecimiento de los depósitos superior al de bancos y cajas de ahorro.
Crisis y proyecto de Fondo de Garantía de Depósitos para las cooperativas de crédito pueden ser, por tanto, los asuntos de mayor interés de la asamblea. Pero los temas concretos no se han conocído, porque los organizadores del acto desatendieron ayer las peticiones de información de este periódico, lo que parece confirmar que extienden a las relaciones con la Prensa la menor transparencia de sus entidades.
Las cajas rurales, grupo principal de las cooperativas de crédito, están organizadas piramidalmente, bajo la cúspide de la Caja Rural. Nacional, órgano ejecutivo del Consorcio General de Cajas Rurales, a través del cual todas se avalan de forma mútua. Ambas entidades son presididas por Domingo Solís Ruiz, al igual que la Caja Rural de Jaén y la Unión Territorial de Cooperativas.
Desde que el Banco de España asumió en 1971 las funciones de control y regulación, ha promovido para este subsector financiero una disciplina similar a cajas y bancos. Paralelamente, desde 1979 ha cerrado de hecho la calificaciones que permiten a medio centenar de cajas el acceso al crédito oficial y al redescuento y crédito del Banco de España. A la vez, ha dificultado las autorizaciones de apertura de nuevas entidades, algunas promovidas para eludir las exigencias de los bancos.
Ultimamente la autoridad monetaria trata de imponer la práctica de auditorías y de impedir que el crédito de las cajas rurales se desvíe hacia actividades distintas a la agrícola, forestal o ganadera.
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