Pablo Sorozábal
quedó tan gratamente impresionado de la interpretación que la Coral Vallisoletana hizo de su versión de la canción popular salmantina Ya se ha muerto el burro, que prometió al director de la coral, Carlos Barrasa, enviarle partituras manuscritas para que el grupo vallisoletano las interprete y estrene. El autor de La tabernera del puerto, pese a su edad, acudió a los estudios donde la Coral Vallisoletana iba a grabar su primer disco, titulado Castellana, para ofrecer su colaboración y ayuda. Pablo Sorozábal calificó de "casi imposible" la interpretación que la coral hizo de tres de las cinco variaciones de su dificilísima obra que él, precisamente, había dedicado a la agrupación citada con motivo de la II Bienal del Sonido. Carlos Barrasa, lógicamente, aceptó encantado el ofrecimiento, informa Luis Miguel de Dios.
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