El agresor de Reagan quería ser detenido, según un psiquiatra.
John Hinckley, acusado de haber intentado asesinar al presidente norteamericano, Ronald Reagan, en 1981, esperaba que alguien le detuviese antes de disparar contra el presidente, afirmó el martes un psiquiatra norteamericano.David Bear, que examinó a Hinckley, aseguró que el asesino frustrado no tenía capacidad mental para preparar el atentado. Según él, el 30 de marzo de 1981, al salir de su hotel, el joven Hinckley no sabía si ir a la universidad de Yale para asesinar a la actriz Jodie Foster y suicidarse después o atentar contra el presidente de EE UU.
" Puedo decir", aseguró Bear, "que Hinckley no actuó con lógica y su atentado no fue premeditado". El médico afirma que el agresor quería ser detenido. "Parece mentira que esté tan cerca del presidente", dice el psiquiatra que pensó Hirickley momentos antes de disparar. "¿Por qué no vienen a por mí los guardias? Es terrible. Espero que me detengan". El doctor añadió que Hinckley es un "enfermo" y se considera "un maldito y un pariasocial".
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