Puntualización de la Guardia Civil

Ante la posible desinformación que haya podido derivarse de la lectura del artículo El salario del miedo, publicado en el periódico EL PAIS el día 11 de mayo de 1982, la Dirección de la Guardia Civil, con el fin de aclarar conceptos vertidos en el mismo que se estiman erróneos, desea hacer las siguientes puntualizaciones:Al tratar a la Guardia Civil de decimonónica y obsoleta, carente de eficacia y operatividad, y al afirmar que no se ha hecho prácticamente nada por modernizarla, revela el autor del artículo un desconocimiento total de la realidad actual del Benemérito Cuerpo. Es posible que de este desconocimiento sea un poco culpable la propia Guardia Civil al haber pensado modestamente que el trabajo y la eficacia en silencio sería suficiente, sin haberse preocupado de pregonar a bombo y platillo sus éxitos, sacrificios y evolución constante.

La Guardia Civil no es sólo tricornio, capa y mosquetón, sino que, como prueba evidente de su evolución y adaptación a los tiempos en que vivimos, cuenta con unidades perfectamente entrenadas, equipadas y dotadas que patrullan, vigilan y protegen, día y noche, todo el territorio nacional por tierra, mar y aire, en defensa de las instituciones y de la sociedad de la que es su principal servidora.

Dispone, a modo de ejemplo, de helicópteros modernos (cuyo número alcanzará la cifra de veinticuatro en el año 1984), cuyos servicios de vigilancia, protección y salvamento se cuentan por centenares. Compañías móviles, unidades antiguerrilleras -de las que merecen mención señalada la Unidad Especial de Intervención- están, en cuanto a preparación, uniformidad y equipo, para su actuación en misiones arriesgadas, a la altura de las mejores unidades similares de Europa.

Equipos de desactivación de explosivos, de actividades subacuáticas, de especialistas en alta montaña y nieve, de resguardo fiscal en puertos, aeropuertos y fronteras, de lucha contra la droga, de motocicletas de todo terreno, etcétera, son otras tantas muestras que avalan el esfuerzo renovador del cuerpo.

Las comandancias rurales, tal vez las más conocidas por su estrecho contacto con el pueblo a través de sus integradas casas cuarteles en compañías, líneas y puestos, evolucionan igualmente en la misma forma. Mal se puede hablar de aislamiento de estas casas cuarteles cuando son incontables los casos en que, si por circunstancias derivadas de necesidades del servicio nos vemos precisados a suprimir alguna, el pueblo en masa se manifiesta expresando, cariñosainente pero con firmeza, su deseo en contra de tal medida.

En cuanto al carácter militar de la Guardia Civil, que tanto se ha politizado y que se quiere presen. tar como algo insólito y excepcional, cabe decir que en países tan democráticos y modernos como Francia e Italia tarribién lo tienen sin que nadie se escandalice, y es igualmente conocido que en otros, como Estados Unidos e Inglaterra, han de recurrir a unidades militares de la Guardia Nacional y del propio Ejército para enfrentarse a frecuentes y conocicios problemas de orden público que se les plantean.

Como ya se ha indicado, quizá hayamos pecado de modestos y rio hayamos dado publicidad suficiente a nuestra verdadera imagen actual. Nos excusamos y deseamos corregir este posible defecto. Para ello invitamos a cuantos tengan algún interés por conocernos mejor a que visiten nuestras unidades. Esta invitación se la hacemos de modo especial al señor Martín Prieto, quien, estamos seguros que, convencido y contando con su honorabilidad y hombría de Pasa a la página 10 Viene de la página 9 bien, sus comentarios sobre la Guardia Civil, en lo sucesivo, se rán de muy distinto cariz. Sabe mos que a partir de entonces la Guardia Civil tendrá un admirador más que se sumará a los muchos millones con que ya cuenta. / Comandante de la Guardia Civil. Oficina de Prensa y Relaciones Públicas de la Dirección General de la Guardia civil.