Casi todos en Los Ramblas

Casi todos acudieron a Las Ramblas. Por fin. Miles de barcelonistas, hasta en lo alto de las cabinas telefónicas, de los quioscos, por los balcones y los árboles. También estaban allí, el alcalde, Núñez y Gaspar. Poco le faltó a Calvo-Sotelo para empalmar la Feria de abril con la del Camp Nou. Se unió, de corazón, con un telegrama.Los chicos de La Molina anunciaron de antemano que querían la victoria del Barça; apostaron sus durillos, y al final la disfrutaron. Los tristes eran los belgas. Gerets estaba enfadado porque jugaron mejor y perdieron; Meeuws, por el gol psicológico; Tahamata, porque Manolo le seguía hasta en los vestuarios; el segundo entrenador Semmeling, porque Migueli demostró ser más bruto que él en sus tiempos de jugador. "Migueli no debería pisar un terreno de juego, ya que es cualquier cosa menos un jugador de fútbol", señaló el entrenador. En parecidos términos se expresaron Vandermissen, y Daerden, que quedó sorprendido por la violencia de Simonsen: "El Barcelona no ha hecho más que molestar al adversario. Alexanco y Quin¡, los únicos que han jugado correctamente. Hasta Simonsen, que es un jugador muy correcto, ha co7, metido faltas que no hacía cuando jugaba en Alemania".

Meeuws llora por su expulsión. "he hecho tres entradas duras, pero Carrasco muchas más". Y vuelve Tahamata con Manolo: "Espero que se habrá divertido. estoy seguro de que si me voy a los lavabos, habría venido conmigo". Sin el moluqueño, pero con Moratalla y dos belgas, Manolo efectuó el control antidoping.

El que no habla es Goethlas, dice que la prensa española le ha tratado mal y que no asiste a la conferencia de prensa. Al final sólo se consuela Gerets: "Practicamos el juego más limpio. Guardo un mal recuerdo de Migueli".

Migueli tampoco está para alegrías. Se negó a posar con sus compañeros para la foto conmemorativa. Migueli ha recordado todos los domingos pasados en el banquillo. Lattek le piropea: "Estoy muy contento con su participación. Había sido criticado por los aficionados locales y hoy ha anulado a Wendt". Para Lattek, que no acostumbra a juzgar a los árbitros, el de ayer les perjudicó. "Si hubiéramos perdido habría sido por su culpa". También se acordó de Schuster.

Los jugadores no estuvieron en Las Ramblas ni con Núñez ni con Gaspar. Dieron plantón a la UEFA, a sus directivos, y a sus contrarios. En protesta por las renovaciones pendientes, la plantilla no asistió a la cena ofrecida por el organismo internacional a todos los contundientes. Los jugadores catalanes se reunieron en otro restaurán, para estudiar en solitario la forma de presionar al club en el tema de la renovación de contratos y los últimos fichajes realizados y anunciados. Alonso, desde La Molina, es un hombre feliz.

Hoy deberían reunirse todos en el Camp Nou, luego peregrinar a la Generalidad, al Ayuntamiento y a la basílica de La Merced, para cerrar con el Te Deum.