Gino Carlotti,
un comerciante italiano de Brescia, que cuenta 63 años, acaba de ser elegido rey de las narices en cerrada competición con el anterior monarca, el párroco Aldo Viviano. Carlotti parece el inspirador del poema Erase un hombre a una nariz pegado, de Francisco de Quevedo, pues disfruta de un apéndice nasal de siete centímetros de largo por cinco de ancho. El ya famoso narigudo italiano, que fue ciclista en su juventud, se muestra muy orgulloso de su nariz aunque su plusmarca no figura aún en el Record's Guiness Book. Pero se supone que pronto meterá sus narices en él...
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