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La conmemoración del Primero de Mayo

El sindicato Solidaridad se lanzó de lleno a las calles de Varsovia

Por primera vez desde la declaración del estado de guerra en Polonia, unas 25.000 personas se manifestaron durante dos horas ayer en Varsovia, con pancartas y banderas, a favor del sindicato independiente Solidaridad, pidieron libertad y lanzaron gritos contra el consejo militar.

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Aún quedan más de 2.000 prisioneros

La víspera del Primero de Mayo fue tensa en la capital polaca, con un gran despliegue de policía. Había nerviosismo por la espera de la segunda emisión en frecuencia modulada de una radio clandestina del sindicato independiente Solidaridad.Ayer, con sólo unos quinientos metros de separación, las autoridades y los simpatizantes de Solidaridad celebraron de forma muy diferente el Primero de Mayo. El régimen realizó un desfile en una zona acordonada completamente por la policía, que impedía el paso a los que no habían sido llamados a participar en el acto oficial.

En la ciudad vieja de Varsovia, poco antes de las diez de la mañana, empezaron a reunirse simpatizantes de Solidaridad, que mostraban por primera vez su insignia y llevaban, escondidas, algunas pancartas. Al principio, con cierto temor, pero luego, abiertamente, varios miles de personas se agruparon a las puertas de la catedral para asistir a la misa.

Cuando apareció una pancarta con el texto "Solidaridad fue y será" y otras que decían "Libertad para Solidaridad", "Dictadura no", el público empezó a aplaudir y levantar la mano con el signo de la V de la victoria.

Un ingeniero proyectista comentó a este periódico que era la primera vez que salía a la calle con la insignia de Solidaridad desde el pasado 13 de diciembre. A la pregunta de si tenía miedo, respondió: "No, no. Ellos son los que tienen miedo". Había muchos que llevaban en la solapa del traje la estampa de la Virgen Negra de Czestojowa.

Algunos de los asistentes llevaban brazaletes de luto "Por los obreros muertos en la lucha". Uno de los panfletos decía sólo dos palabras: "Ocupantes, asesinos".

La retransmisión de la noche del viernes quedó interrumpida cuando iba a hablar el dirigente de Solidaridad de la región de Varsovia, Zbigniew Bujak, que vive en la clandestinidad desde la declaración del estado de guerra.

La emisión de radio, antes de cortarse, transmitió las palabras de un miembro del antiguo Comité de Autodefensa Social (KOR), Zbigniew Romaszewski, que se presentó como director de la emisora y miembro de la dirección nacional del sindicato independiente Solidaridad.

Romaszewski recordó a un dirigente polaco, Kazimierz Puzak, que fue llevado a Moscú al final de la segunda guerra mundial y "martirizado en las cárceles estalinistas". La emisión hablo de "los que quieren aterrorizar a la sociedad y doblegar a los obreros. Sobre la bandera roja que llevan en su desfile del Primero de Mayo está la sangre de los obreros de Poznan y del litoral báltico, y también de los que han caído en esta guerra que el poder declaró al pueblo".

Con la manifestación del Primero de Mayo, Solidaridad ha hecho una demostración de fuerza y echó abajo el cálculo de que, con poner en libertad a unos mil detenidos, se podía aplacar el potencial de protesta latente, que ayer salió abiertamente a la calle. La policía no intervino y presenció directamente cómo los manifestantes gritaban "Abajo la Junta", "Libertad a Lech (Walesa) y encerrar a Wojciech (Jaruzelski)".

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