Barcelona: una Liga en veintiún años
En la jornada veintiocho la ventaja del Barcelona sobre la Real Sociedad era de cinco puntos, y de seis sobre el Real Madrid. Ante la última jornada del campeonato, seis partidos después, el equipo azulgrana está un punto por debajo de la Real y depende del Athlétic de Bilbao para lograr el título. Dos baches profundos a lo largo del campeonato, el primero tras la lesión de Schuster y el último en el sprint final, y dos derrotas decisivas, para más inri ante los eternos rivales Español y Madrid, han dejado al Barcelona, una vez más, en la sala de espera, esta vez de lo que ocurra en Atocha. En veintiún años el Barcelona sólo ha ganado una Liga, y ha perdido cientos de millones.
José Luis Núñez, Presidente azulgrana, lanzó la frase de un Barsa triomfant. Fiel a la tradición de sus antecesores no escatimó medios económicos para convertir la frase en algo práctico. Reforzó su ya de por sí buena plantilla con cuatro hombres, uno por línea, en los que invirtió más de doscientos millones de pesetas. Por Urruti, portero del Español y segundo en la selección de Arconada, se pagó cincuenta millones y Canito; el defensa canario Gerardo costó otros cincuenta; el centrocampista del Zaragoza Víctor se fichó por 65, y el delantero del Betis Morán por unos sesenta. Para completar la situación se contrataron los servicios de un buen entrenador, el germano Udo Lattek, con un magnífico historial en equipos alemanes, aunque también a precio de oro, entre veinticuatro y veintiséis millones por temporada.Con esta perspectiva el Barcelona partió, una vez más, y en esta ocasión con argumentos suficientes, como gran favorito para el título de Liga, ese que se persigue siempre y que en contadas oportunidades llega a las vitrinas azulgranas. Se contaba también con un goleador acreditado como Quin¡, y con uno de los jugadores más brillantes del fútbol europeo, el alemán Schuster.
Primer bache: lesión de Schuster
El 13 de diciembre comenzó el primer calvario azulgrana. Schuster caía lesionado en Bilbao, y la sombra de una nueva frustración se hizo evidente. El equipo cayó en picado, perdió ante el Betis en el Villamarín y en Cádiz, y los nervios, algo usual en cualquier plantel directivo del Barcelona, hicieron su aparición. Lattek mantuvo la firmeza e incluso se opuso al deseo directivo de contratar al brasileño Toninho Cerezo. Posteriormente, vendría otro brasileño, Cleo, cuya aportación al Barcelona ha sido nula, por lo que se marchó a su país semanas después con más de cinco millones y casado con su novia.El síndrome Schuster sin embargo, fue superado por los jugadores. El Barcelona se rehizo y tras vencer en S antander se colocó nuevamente, en la jornada veintitrés, en cabeza con doce positivos. Su marcha volvió a ser arrolladora.
El Español Inicia el socavón
Con esa ventaja sustancial apuntada al principio sobre sus inmediatos seguidores; con triunfos en el Camp Nou sobre el Madrid, por 3-1, y la Real Sociedad, 2-0, el Barcelona confirmó ante el Español lo que algunos habían intuido en los dos anteriores partidos: empate en Alicante, tras llevar dos goles de ventaja al Hércules, y apurado triunfo en el último minuto frente al Zaragoza, en casa.En efecto, cualquier derrota ante el Español, el eterno rival, es humillante. Le había vapuleado en Sarriá por cuatro a cero pero sorprendió en el Camp Nou y asestó un golpe mortal al cuadro de Núñez y Lattek. Era el inicio del segundo bache, que si el Bilbao no lo arregla hoy en Atocha habrá que calificar como auténtico socavón, con el adiós otra vez del Barça al título. El Barcelona cayó en picado. Había perdido en Valencia, fue derrotado también en Pamplona, y cedió un empate en el Camp Nou ante el Athlétic de Bilbao, tras un recibimiento tenso y negativo a los bilbaínos, y a Goicoechea en particular, por la lesión de Schuster que impresionó también al árbitro, a Fandos. Ahora se confía ciegamente en los bilbaínos para ganar el título. Son las cosas del fútbol.
Pero la puntilla, siempre teniendo presente que aún existen posibilidades para los azulgrana si vencen al Betis y el Athlétic puntúa en Atocha, llegó en el Bernabéu. El Barcelona se mostró incapaz de reaccionar, y veinticuatro horas después de que el equipo de baloncesto pierda la Liga en el propio Palau ante el Madrid, el equipo de fútbol fue derrotado también en el feudo madridista. Lattek no quiere hablar de regalos en la Liga, pero si se atreve a significar que "con cinco y seis puntos de ventaja esta Liga no se debía haber escapado".
El Barcelona sólo ha cedido tres puntos, pese a todo, en el Camp Nou. Los citados ante el Español y el Athlétic. Ha ganado al Atlético (2-0), Cádiz (4-0), Castellón (4-3), Hércules (5-0), Las Palmas (4-0), Osasuna (2-0), Rácing (2- 1), Real Madrid (3- 1), Real Sociedad (2-0), Sevilla (20), Spórting (1 -0), Valencia (5-1), Valladolid (3-1) y Zaragoza (2-1). Fuera ganó al Atlético (0-1), Castellón (1-6), Español (0-4), Rácing (0-1) y Valladolid (2-3). Empató en Bilbao (1-1), Alicante (2-2), Atocha (1-1), Gijón (0-0) y Zaragoza (2-2). Y perdió en el Villamarín (2-0), Cádiz (1 -0), Las Palmas (2-1), Osasuna (3-2), Real Madrid (3- 1), Sevilla (2- 1) y Valencia )3-0).
Su máximo goleador, una vez más, es Quini, con veinticuatro goles, seguido de Simonsen, que ha realizado una temporada magnífica, con once, y el lesionado Schuster, con ocho. En el supuesto de que hoy el Barcelona no consiga el título, puede quedar para el recuerdo una significativa frase de José Luis Núñez al llegar a Barcelona tras la derrota del Bernabéu -en Madrid no habló, ni vió el partido, al ponerse enfermo- :"Todavía estimos delante del Madrid". Todo un síntoma.
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