El violento Fleischer

Durante las últimas semanas Televisión Española ha emitido varias películas del irregular Richard Fleischer -El don ha muerto (1973), Los nuevos centuriones (1972), Barrabás (1961) y anuncia para hoy El estrangulador de Rillington Place (1969). A través de todas ellas se puede percibir su interés por la violencia y el realismo, pero mientras en las anteriores daba lugar a relatos irregulares, excesivamente comerciales y sin mucho interés, en este caso consigue una obra de mayor calidad.Hijo del productor y director de dibujos animados Max Fleischer, Richard empieza a trabajar en cine después de la segunda guerra mundial y consigue sus mejores obras en los años cincuenta, cuando está contratado por la 20 th. Century Fox a través de títulos como Sábado trágico (1955), La muchacha del trapecio rojo (1955), Los vikingos (1957) e Impulso criminal (1959). Aunque en la actualidad continúa dirigiendo, durante los sesenta es demasiado absorbido por las superproducciones, y en los setenta desciende considerablemente el nivel medio de su trabajo.

En El estrangulador de Rillington Place (10, Rillington Place) se basa en hechos reales para volver a contar una historia violenta con minucioso realismo. En un hábil guión de Clive Exten, basado en un relato de Ludovic Kennedy, se entremezclan las historias de un error judicial y de un estrangulador.