Leve reacción por el descenso de órdenes vendedoras

La falta de actividad ha continuado siendo la característica que ha definido el comportamiento de los mercados de valores nacionales en las reuniones de ayer. En esta ocasión, y como matiz diferenciador, cabe hablar de. una menor presencia de vendedores en los corros, probablemente como consecuencia de las anulaciones automáticas de órdenes que se producen los primeros días de cada mes, y de la confirmación de una moderada tendencia alcista en los valores del grupo eléctrico.Puestos a buscar un antecedente directo y personalizado del mejor comportamiento aparente de las bolsas, habría que señalar el comportamiento de Iberduero, el de los siete grandes bancos, y el de las sociedades del grupo de inversión, como responsables de las mejoras o el freno a la baja, según los casos.

En el caso de Iberduero se reprodujeron las situaciones de jornadas precedentes, y en el inicio de sus corros se apreció una demanda decidida, que no vacilaba en aceptar subidas en el precio de las acciones durante el transcurso del corro, para ceder una vez terminado el período de operaciones, tras haber conseguido una mejora de 2,5 puntos en el mercado madrileño, y cerrar a 55,5%.

La duda que expresaban los especialistas es si este nivel del 55%, que ayer fue rebasado por las acciones de esta eléctrica, podrá ser mantenida, ya que era una de las cotas en las que se consideraba que la oferta comenzaría a presionar con insistencia. No obstante, si quien está aportando las contrapartidas compradoras mantiene la pujanza de estos días los posibles vendedores reconsiderarán sus posiciones, ya que a todo el mundo le gusta vender lo más caro posible, e Iberduero aparece proyectado hacia los precios de las acciones del resto de las compañías del sector, de las que se descolgó como consecuencia de los problemas planteados por Lemóniz, y de los que le separan entre cinco y diez enteros.

Dentro del grupo eléctrico también habría que señalar la mayor consistencia mostrada por buena parte de los valores de primera línea del sector, que se beneficiaron de la anulación de las órdenes vendedoras pendientes del pasado mes de marzo. Por su parte, Hidroeléctrica del Cantábrico descontó su dividendo y perdió un entero.

En el grupo bancario se apreció un descenso en los saldos vendedores en el conjunto de los siete grandes, cuyo conjunto rozó las 70.000 acciones a la venta a pesar de que mantuvieron de forma impasible su política conservadora al repetir los precios de sus acciones.

Ayer fueron admitidas a cotización las acciones nuevas del Banco Popular, procedentes de su última ampliación de capital, que se pagaron al 332%, el mismo precio de los títulos viejos. También se iniciaron las operaciones bursátiles del Banco Comercial Español, entregado por los responsables del Santander a sus accionistas, marcando dinero sin operaciones a 125%.

En el grupo de inversión, otro de los que aportó una ayuda inapreciable a la mejora del índice general, fue suspendida la cotización de IMSA y VAMOSA. La rumorología bursátil rápidamente atribuyó esta circunstancia a la posibilidad de que estas dos sociedades con raíces en el Banco Urquijo, sean convertidas en fondos, con lo que el valor liquidativo de sus participaciones resultaría mayor que el precio actual de sus acciones.