Continúan los encierros en cárceles de funcionarios del cuerpo de prisiones

El número de funcionarios de prisiones, libres de servicio, encerrados en las cárceles españolas, ascendía ayer a unos 250, cifra que se mantiene desde el pasado lunes, en que comenzó el encierro, mientras el servicio en los centros continúa con absoluta normalidad. Los representantes de estos funcionarios mantendrán hoy una entrevista con el director general de Instituciones Penitenciarias, Enrique Galavís, para tratar de llegar a un acuerdo. Los funcionarios reivindican un día más de descanso a la semana.

Las cifras ofrecidas por los sindicatos de funcionarios de prisiones indicaban que eran alrededor de unos cuatrocientos los encerrados en las siguientes prisiones: Albacete, Valencia, Murcia, Yeserías, Carabanchel, Alcalá, Madrid-jóvenes, Las Palmas, Granada, Cádiz, Badajoz, Cáceres, Herrera de la Mancha, Jaén, Málaga, Puerto de Santa María y Zamora.Veintitrés funcionarios de la prisión de Murcia solicitaron ayer a Enrique Galavís la dimisión del director del centro de esta ciudad, José Luis Ferrer, según ha podido saber EL PAIS. La petición es consecuencia de un extenso informe elaborado por los funcionarios (todos ellos pertenecen al Sindicato Democrático de Prisiones) en el que se detallan presuntas irregularidades observadas en el interior de la prisión. En concreto, denuncian el incumplimiento de treinta artículos del vigente reglamento penitenciario, así como otras normas, informa nuestra corresponsal en Murcia, Isabel Llorens.La petición, puesta en conocimiento de las primeras instituciones regionales, así como del juez de vigilancia del centro, Julián Pérez Jordán, titular del juzgado número dos de Albacete, se produce en el sexto día de encierro de cuarenta de los funcionarios de prisiones destinados en Murcia. En estos días, los enfrentamientos verbales con la dirección, a raíz de iniciarse las medidas de presión, han sido constantes.

Con anterioridad, se dieron situaciones tensas entre empleados de este centro -inaugurado en noviembre de 1980- y el director del mismo, Ferrer. En el verano pasado, el inspector de zona visitó la prisión para investigar sobre el terreno las denuncias interpuestas por diecinueve funcionarios contra Ferrer. Al parecer, el inspector tomó declaración a los denunciantes, quienes de manera individual acusaban al director de "crear tensión e intranquilidad entre los funcionarios, respecto a la dirección, lo que", puntualizaban, "puede desembocar en situaciones imprevisibles".

Trato de menosprecio

Los funcionarios recogen en su escrito un capítulo dedicado a las malas relaciones entre el director y los funcionarios, donde apuntan "el trato de menosprecio" hacia los empleados, por parte de Ferrer. A este respecto, concretan la división establecida entre los funcionarios, en su acceso a la prisión, según sea la categoría de los mismos.

Finalmente, los miembros del Sindicato Democrático de Prisiones denuncian lo que consideran "obstrucción a las funciones sindicales de sus representantes", así como "las trabas" que, según ellos, han encontrado en la persona del director, ante sus acciones reivindicativas, en el orden laboral.