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Madrid y Joventut ofrecieron sorpresas un pobre espectáculo

En un partido para olvidar y que hizo recordar tiempos mejores; el Madrid barrió, sin tenerse que emplear a fondo, a un Joventut, triste, frío y desangelado, que pasó por el Pabellón de la Ciudad Deportiva con más pena que gloria. El Madrid resolvió por la vía rápida y el Joventut fue incapaz de reaccionar. Los cuarenta minutos se tradujeron en un pobre espectáculo. Wayne Brabender, como capitán, dio ejemplo y supo mantener el tono que un partido entre dos equipos de su historia y categoría requieren.Una cosa quedó clara al volver la vista atrás, y es que el Madrid no es el Madrid ni el Joventut, el Joventut. El público se ha percatado de ello y el llenazo de otras ocasiones quedó en una floja entrada. Sáinz tuvo que llevar al banquillo a Delibasic y en el conjunto verdinegro, cuando las cosas iban mal, jugadores como Delgado y Sagi-Vela fueron al banquilio Evidentemente, algo falla. Un hombre de la capacidad anotadora de López Rodríguez, no hizo un sólo punto y todo un Gonzalo Sagi-Vela se quedó en seis. As¡ es dificil ganar un partido y más aún al Madrid y en su propia cancha.

Es bonito, pero al mismo tiempo triste, que en medio del partido la memoria se vaya a los tiempos de Kucharski en el banquillo, y de Buscató en la cancha, lanzando desd.e ocho metros. Entonces los blancos ganaban por tres puntos y el Pabellón era una olla. Los Madrid-Joventut despertaban e:norme expectación. No es que tiempos pasados fueran mejores, pero un buen sector del mundo del baloncesto está perdiendo credibilidad. Las posibilidades de ver un juego de quilates son escasas.

Los directivos del Joventut deben plantearse, qué es lo que quieren descubrir a estas alturas y dónde van a llevar a la Penya. Es el momento cle ir pensando en un nuevo engra:naje. En una palabra, que el histórico club de Badalona pide a gritos un equipo técnico y una directiva dinámica que haga funcionar bien a los buenos peones que tiene. El domiiigo el Joventut fue un conjunto sin rumbo, sin moral, sin ambición e incluso sin buena preparación fisica. No es ninguna exageración decir que los de Badaloiia dieron la sensación deser un verdadero desbarajuste. Mirza Dellbasic puso esta vez la de arena y no se esmeró demasiado. Son síntomas de las grandes figuras. Jugando poco tiempo y mal, sumó diecinueve puntos. Wayne Brabender no entiende de partidos fáciles y dificiles y puso, como es habitual, toda la carne en el asador. Hace ya tiempo que confesó a EL PAIS que "la Liga no se puede escapar y la tendremos que ganar en el Palau Blau Grana". El capitán no quiere sorpresas. Otro que tampoco se descuida es Fernando Martin, inmutable en su carrera meteórica hacia el estrellato europeo. Romay sigue siendo el hombre sacrificado en defensa y del que casi nunca se acuerdan en ataque. Rullán y Díaz van paso a paso camino de ese dramático Barcelona-Real Madrid del Palau y supieron hacer sus cosas ante este Joventut, que al final casi hizo el papel de sparring.

Al Madrld no se le pueden poner demasiados reparos. No juega como campeón, quizá porque en estos momentos no lo sea. El propio Lolo Sáinz, reconocía que su equipo no se encontraba a. gusto en la Recopa, que lo suyo era la Copa de Europa. El conjunto madridista no es perdedor y ahora las circunstancias y los resultados le han llevado a actuar como tal. De ahí que rinda menos. No está en su papel dentro de la película del baloncesto español y europeo. Le ha bajado la tensión y necesita un título importante para estar en su reciclaje y volver a encontrarse a sí mismo. No le basta con estar en la recta final. Tiene que terminar vencedor, aunque sea en fotografia, por emplear términos turfisticos. De momento aguantará bien la carrera y esperará al veredicto final con todo en contra en la última jornada, en la que visitará a su más directo rival. El reto está servido.

Por último, el Joventut dio tan pobre impresión que los aficionados madridistas no deben guardar excesivas esperanzas en una hazaña ante el Barcelona, en la penúltima jornada de Liga. De producirse un triunfo del Joventut, el Real Madrid vería acrecentadas sus posibilidades de cara a la obtención del título. No se puede olvidar que una derrota de los catalanes tendría una indudable influencia psicológica de cara al encuentro final.

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