Luis de Carlos, un candidato con presiones internas
A Luis de Carlos le presionan para que se quede. Gentes de buena fe le piden que se presente a las elecciones. Algunos directivos le empujan. Les conviene. Es el modo de conservar un puesto. Ramón Mendoza ha metido un ariete en el puente levadizo de la casa blanca, al anunciar que conservará a algunos dirigentes actuales, porque en el Madrid siempre debe existir alguna continuidad. El doctor Diéguez también está por la labor de recuperar viejas glorias de la entidad, pero no ha dicho nada de los dirigentes. Mientras el mundo del fútbol se enmaraña en cuestiones electoralistas, el del atletismo, en una pequeña clarita, ha puesto una pica en Milán.
El Real Madrid, que prácticamente ha cantado su adiós a la Liga, va a ser motivo de conversación permanente por el tema electoralista. El Madrid no logró en Valladolid los dos positivos ansiados que le hubieran acercado un poco al Barça. La ilusión de los madridistas era situarse a un par de puntos de los culés para ponerles nerviosos. En Madrid se considera que basta un susto para que el Barcelona comience a ver fantasmas y se desmorone. Boskov, que es modelo de eufóricos, aún le dice al personal que todo es posible en la Liga. Boskov cuenta con que quedan catorce puntos por disputar. A pesar de que Vujadin hace las cuentas de la lechera, siempre hay quien piensa que el cántaro quien lo rompe es el Barcelona.El Madrid, que está en tres frentes, lo que no deja de ser un consuelo, se va a dedicar, fundamentalmente, a los del Norte y Alemania. La línea Maginot del Barça parece que esta vez no habrá quien la supere.
Los seguidores madridistas, si hay derrotas futbolísticas, van a tener entretenimiento general con la cuestión de las elecciones. No han comenzado las apuestas, pero ya hay quien prepara extensas documentaciones para derrotar a candidatos. No hay todavía sondeos, pero sí existen en mente algunas coaliciones. Podría darse el caso de que tanto De Carlos, como Mendoza y Diéguez lograran las firmas necesarias para oficializar su candidatura. El mayor problema de los aspirantes es conseguir el aval reglamentario. Las firmas sólo se consiguen peinando la ciudad con sufridos recolectores. La burocracia deportiva exige una autentificación tal de los avalistas, que los plazos reglamentarios suelen ser cortos.
En el punto de partida sólo estarán quienes opten desde la calle Luis de Carlos, si quiere ser candidato, tendrá recorrida la primera etapa. Desde el poder, la elección es mucho más sencilla. El actual presidente está bien situado entre la masa social menos intransigente. A Luis de Carlos solamente le puede mover los pies el que la mayoría de los socios comience a creer en la necesidad de cambiar la imagen gerontocrática del club por otra mas juvenil. Luis de Carlos tiene la ventaja de que será respetado incluso por sus propios opositores.
Las victorias de los atletas españoles en los campeonatos europeos de Milán han coincidido con una corta etapa de calma en la Federación Española. Ahora que los conflictos entre dirigentes y deportistas parecen resueltos, el atletismo español ha alcanzado el mayor éxito de todos los tiempos. El atletismo, hasta el momento, ha sido cosa de corredores de fondo. De un tiempo a esta parte hemos conseguido hasta vallistas. Seguimos con problemas en lanzamientos. En los saltos se ha mejorado, pero aún andamos a la pata coja. El día menos pensado habrá alguien en este país que se dé cuenta de la importancia educativa y deportiva del atletismo. Ese día pediremos volteo general de campanas y disparo de morteretes. Y si es cosa de UCD, le pondremos además la misa de Perotti a tres voces mixtas.
Tras los Juegos Olímpicos de Moscú se produjo una pequeña explosión de optimismo. Pero pasó pronto. España sigue sin poseer un estadio discretito para el atletismo. No lo hay ni en Barcelona.
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