Una fórmula que se agota

El contenido de la argumentación con que un sector de ETApm explicó ayer su voluntad de mantener el alto el fuego, anunciado pocos días después de la intentona del 23-F, constituye un reconocimiento de que la estrategia diseñada por la séptima asamblea de ETA ha quedado agotada.En la séptima asamblea, celebrada durante el mes de octubre de 1976, se impuso la tesis de Pertur. ETA debía constituir el motor de un nuevo partido, para lo cual sus militantes, procedieron al desdoblamiento entre los que crearon e impulsaron el Partido para la Revolución Vasca (EIA) y quienes permanecieron en ETA.

Han bastado cinco años para que una parte de los que optaron por continuar con las armas en la mano, incluida la mayoría de los dirigentes históricos, al parecer, reconozcan, como hicieron ayer, que la lucha armada actúa en estos momentos en contra de Euskadiko Ezkerra (EE), aunque el crecimiento de esta fuerza política no hubiera sido posible sin el respaldo implícito de ETApm.

Durante hora y media, los portavoces del sector poli-mili minoritario, se esforzaron en convencer a los informadores de que no hacían más que actuar en consecuencia con aquella séptima asamblea. La han elegido como referencia, para diferenciarse del sector mayoritario, triunfador en la octava asamblea. Y sin embargo, todas las explicaciones sobre la conveniencia de mantener las armas en silencio se justifican para hacer posible el desarrollo de EE.

La complementareidad de los políticos y los militares, hoy, no es posible ni para quienes idearon la fórmula. EE desea que continúe la tregua. Los minoritarios de ETApm aceptan una prórroga indefinida del alto el fuego para apoyar al partido. La fracción mayoritaria, que ha decidido volver a las armas, solo ha podido dar ese paso a costa de un alejamiento de la fuerza política que ellos mismos ayudaron a crear.