Eco limitado de la huelga general convocada en Portugal para la jornada de ayer

La convocatoria de huelga general lanzada para la jornada de ayer por la central sindical procomunista portuguesa Confederación General de Trabajadores (CGTP), con el propósito de paralizar completamente el país y provocar la caída del Gobierno de centro-derecha, no consiguió sus objetivos.El Gobierno considera el paro "un fracaso total". En favor de la tesis oficial hay que registrar el funcionamiento normal de la mayor parte de los servicios públicos, del comercio y del sector terciario en general. Circularon a medias los transportes públicos y nada en absoluto ferrocarriles Metro y barcos fluviales.

A primera hora de la tarde, se calculaba en menos de dos millones de trabajadores los que secundaron el paro, de una población activa total de cuatro millones. La CGTP, sin embargo daba la cifra de tres millones de huelguistas.

Los sectores que secundaron en mayor medida el paro general fueron el siderúrgico, el de los transportes, el químico y el de la construcción naval, según afirmó la central sindical procomunista.

La disputa entre las centrales procomunista y socialista para tomar el control del movimiento obrero portugués ha sido el principal factor del semi-fracaso de la huelga.

Los incidentes comprobados han sido muy localizados y sin grandes consecuencias. El importante dispositivo policial desplegado en la capital y en los centros urbanos intervino contra piquetes de huelga.