Fuertes críticas a la ejecutiva en el congreso del PSOE valenciano

La comisión ejecutiva saliente del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE) que inició ayer su tercer congreso en Benicasim (Castellón) consiguió que se aprobase su gestión por un 65,23% de los casi 16.000 votos de militantes representados. Un 22,95% se abstuvieron y el 11,82 votó en contra. Los votos contrarios y las abstenciones correspondieron fundamentalmente al sector nacionalista y a Izquierda Socialista, corrientes que dirigieron duras críticas a la labor de la ejecutiva.El secretario general, Joan Lerma, censuró duramente la existencia de aparatos en las instituciones dominadas por socialistas diferentes al aparato del partido, pues, al parecer, alguna agrupación que él contaba como segura se abstuvo a última hora por influencia de algún cargo público.

Lerma centró el mérito de su gestión en haber conseguido el anteproyecto de estatuto.

Casi todas las críticas de tipo global formuladas a la comisión ejecutiva y al comité nacional coincidieron en señalar que se han incumplido los acuerdos sobre bandera y vía constitucional del anterior congreso en la negociación autonómica. Igualmente indicaron que no se ha llegado a un verdadero pacto autonómico y que se ha vuelto al consejo del País Valenciano en las mismas condiciones de inferioridad en que se abandonó hace más de dos años. Otros oradores criticaron los informes sobre gestión presentados por la ejecutiva, por considerarlos incompletos.

La crítica más dura fue formulada por el portavos del grupo socialista en la Diputación Provincial de Valencia y alcalde de Masanasa, Francisco Soria, perteneciente al sector próximo al ex presidente Albiñana. Soria llegó a decir que "si hubieramos tenido al señor Abril Martorell dentro del partido no se habrían cumplido mejor los deseos de UCD".