Saporta ya tiene otro mundial en las manos
Raimundo Saporta está en la cresta de los grandes acontecimientos deportivos mundiales. Tras organizar el Mundial-82 de fútbol ya está preparado para montar, en 1986, el mundial de baloncesto. En la reunión de Roma de la Federación Internacional de Baloncesto se prometió a España el montaje de este campeonato. Saporta, que ahora se va a tomar un descanso en lo futbolístico, para poder acometer los asuntos pendientes con su peculiar dinamismo y preparar cuidadosamente la parte cultural del Mundial-82, ya tiene en su poder la gran baza del basket, que en España es el segundo deporte por el dinero y las masas que mueve.
Hasta hace bien poco a España únicamente se le concedía crédito organizativo en deportes minoritarios. Algunos presidentes de federación nacional, deseosos de medrar internacionalmente, aceptaban la organización de todo aquello que costaba dinero y no producía prestigio alguno. Deportes folklóricos, con casi nulo arraigo en nuestro país, han tenido que abrir las puertas de los recintos para que algún curioso se tomara la molestia de entrar a ver la competición europea o mundialista. El Eurobosket de Barcelona, que produjo una medalla de plata para España y que fue el definitivo lanzamiento del baloncesto, constituyó una prueba irrefutable del poder organizativo que tienen algunas federaciones. La de Atletismo se marcó un buen tanto con los mundiales de cross en el hipódromo de la Zarzuela, y el fútbol tiene su gran reto en el próximo mes de junio.El mundial de baloncesto puede servir para consolidar definitivamente en España uno de los deportes con más porvenir en el mundo. Aquellas disciplinas de canchas cerradas, que permiten su práctica durante todo el año y que no necesitan grandes espacios para sus instalaciones, tienen un gran futuro. En cualquier patio de colegio caben dos canastas para que practiquen los alumnos, y ya se sabe que lo más próximo es lo que prende.
Raimundo Saporta ha anunciado que le pasa ahora el balón del Mundial-82 a Pablo Porta. La frase, que podría prestarse a suspicacias tiene una sencilla explicación. El Real Comité Organizador ha realizado, en los plazos previstos, la mayor parte de su trabajo. Todas las decisiones han sido tomadas, y en realidad únicamente queda por ejecutar todo aquello que tiene relación directa con la propia celebración del torneo. Al Comité le resta por culminar la tarea de las acreditaciones de los medios de comunicación y montar las comisiones de recepción. Todo lo demás es prácticamente futbolístico. De esta labor una gran parte ya está resuelta, puesto que la mayoría de las selecciones ya ha definido sus cuarteles generales. La Federación Española de Fútbol es la que ha de tener en sus manos todo lo concerniente a las inscripciones definitivas de los equipos, la designación de los árbitros y demás detalles técnicos que son los que afectan a la FIFA.
Tras el sorteo todo puede depender de la colaboración entre el secretario general del Comité, Manuel Benito, y el secretario general de la Federación, Agustín Domínguez. La tarea que resta es para los ejecutivos de ambos organismos. Saporta va a tomarse unas pequeñas vacaciones.
Donde no hay descanso es en las competiciones semanales. Ni en la lengua de algunos dirigentes. En la de Alfonso Cabeza, por ejemplo. Los rumores señalan que la próxima sanción federativa podría ser de hasta dos años, con lo que cumpliría su ciclo como presidente. A Cabeza no le queda otra salida que marcharse del Atlético como un mártir. Es lo que está buscando, para tener una salida airosa.
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