El presidente de la FIFA defiende el sortelo del Mundial-82

El presidente de la Federación Internacional de Fútbol -FIFA-, el brasileño Joao Havelange, llegó ayer a Madrid, para asistir estos días a diferentes reuniones de dicho organismo y al sorteo del Mundial-82, que se celebrará el próximo sábado. Havelange, que llegó acompañado del peruano Teófilo Salinas, presidente de la Confederación Suramericana de Fútbol, defendió la forma en que se realizará dicho sorteo.Joao Havelange manifestó en el aeropuerto de Barajas que "el Mundial está en buenas manos. No tengo motivo alguno de preocupación". El presidente de la FIFA, sobre el sorteo del Mundial-82, indicó que "básicamente será como el que se celebró en Argentina, hace cuatro años, aunque con más: equipos, lo que permite que el fútbol tenga una mayor proy , ección y difusión en el mundo".

El presidente de la FIFA, sobre las cabezas de serie de cada grupo del Campeonato, puntualizó que "mi criterio, y me parece que también el de la Comisión encargada, es que los cabezas de serie del torneo sean o hayan sido campeones del Mundo. Por eso, me inclino por la selección inglesa, aun reconociendo los grandes méritos contraídos por Bélgica en los últimos tiempos".

El sorteo del Mundial-82, según explica el diario deportivo de París "L'Equipe", es "mucho menos escandaloso que los celebrados en los Campeonatos anteriores. El diario francés pasa revista a los sorteos efectuados desde 1958 y comprueba que las manipulaciones se agravaron a medida que pasó el tiempo. En el Campeonato de Suecia, en 1958, se establecieron cuatro cabezas de serie con otros tantos grupos geográficos. En 1962, en Chile, las cabezas de serie fueron arbitrarias y el sorteo equilibró los grupos. En 1966, en Inglaterra, se adoptó un sistema híbrido, con criterios basados en el valor deportivo de los participantes y su geografia.

En el Campeonato de México, en 1970, se recurrió a la supuesta categoría deportiva de los equipos, sin preferencia geográfica alguna para los países europeos. En 1974, en la República Federal de Alemania se volvió a las cabezas de serie.

En el Campeonato disputado en Argentina, en 1978, el sorteo fue traficado, según el diario deportivo francés. Los diez equipos europeos participantes se integraron en cuatro categorías, sin referencia deportiva clara.

El diario francés estima que la FIFA "no se refirió nunca a criterios puramente deportivos y el único elemento constante es el privilegio ofrecido al país organizador y al anterior campeón, para jugar, por adelantado, en un grupo determinado.