Los metalúrgicos alemanes piden un 7,5% de aumento salarial

Mientras continúa el incremento del índice de paro en la República Federal de Alemania (RFA), hasta llegar al 7,3% de la población activa, los obreros del sector metalúrgico iniciaron ayer negociaciones con la patronal sobre los aumentos salariales para el año que comienza.La metalurgia ocupa a 3,8 millones de personas en la RFA, y del resultado de estas negociaciones dependen, en gran parte, las tablas de aumentos en todos los sectores económicos importantes del país. Por lo que el Gobierno federal ha dado una importancia inusitada a estas conversaciones.

La parte sindical exige unos aumentos del orden del 7,5%, incluyendo las ganancias derivadas de la productividad, mientras que la patronal considera esta petición como excesiva, habida cuenta de que la inflación no superó el 5,5% durante el pasado año.

En la primera sesión negociadora, los sindicatos han amenazado, con ir a la huelga a menos que su petición sea considerada y aceptada. Pero los empresarios, cuya confederación todavía no ha hecho pública su oferta, no se ha tomado muy en serio la amenaza.

En cuanto al paro, los datos correspondientes a diciembre demuestran que el índice de desempleo ha alcanzado el nivel más alto en los últimos 28 años, según opinan los expertos. El anuncio gubernamental de esta cifra ha provocádo serios ataques de los sindicatos contra el Gobierno, pese a que en la coalición que dirige ahora el país participan los socialdemócratas del SPD, afines ideológicamente a los sindicatos.

En total, en diciembre pasado estaban en paro 1.700.000 personas en la RFA, lo que representa un 7,3% de la población activa. Este porcentaje contrasta fuertemente con las cifras del mes anterior de noviembre, cuando el desempleo era del 6,4% de la población activa.

En medios informados se considera que este aumento de casi un punto porcentual en la tasa de desempleo puede ser el mayor reto con el que se enfrenta el Gobierno del canciller Schmidt. En estos mismos medios incluso se especula con la ruptura de la colaboración de socialdemócratas y liberáles que gobierna la República Federal de Alemania desde hace años.

El sector más activo del SPD lleva insistiendo varios meses en la necesidad de tomar acciones más decididas para combatir el paro y abandonar así, de forma paulatina, la política restrictiva que caracteriza a las principales economías occidentales. Pero los liberales y un amplio sector del Gobierno se oponen a este cambio por considerar que el principal problema, del país sigue siendo la inflación.

Mientras tanto, el canciller alemán espera, la próxima semana, iniciar conversaciones separadas con empresarios y síndicatos, orientadas a negociar un frente común para combatir la actual situación.