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Entrevista:

Severiano Ballesteros, un ídolo mundial con carisma de campeón

Severiano Ballesteros encabezó la gran mayoría de los rankings en todos los medios de comunicación a la hora de clasificar a los mejores deportistas del año que ha terminado. Hijo de un agricultor, a los 24 años ya tiene una leyenda en todo el mundo. Hace años que los periódicos ingleses, para aumentar su tirada, publican la historia de Sevy, y se explica el inexplicable juego de Sevy. En Estados Unidos,y Japón le paran ,por las calles. El prefiere estar siempre que puede en su casa y se somete a la angustia de atender a la Prensa porque no le queda más remedio, pero no comulga mucho con ella y con su forma de actuar. Con muy poca frecuencia "concede!" entrevistas. Es introvertido, muy singular e indudablemente tiene carisma de campeón. Los mejores golfistas del mundo no se permiten cantar victoria hasta que no se ha jugado el último hoyo.

Ballesteros nació en Pedreña el 9 de abril de 1957. En 1976 ganó el Open de Holanda, el Trofeo Lancome y fue segundo, con el monstruo Nicklaus, detrás de Johnny Míller en el Open británico. A pesar del servicio militar,y sus dolencias en la espalda, siguió cosechando triunfos. En 1977 obtuvo el Open de Francia y el de Suiza; 1978 fue la confirmación. A sus 22 años obtuvo el Open británico; nadie lo había conseguido a esa edad. En 1981 ganó los open de Escandinavia y España, el Suntury World Macht Play, del Reino Unido; el torneo de la PGA, de Australia, y el Dunlop , Plioenix, de Japón.

Pregunta. ¿Severiano Ballesteros es un milagro del deporte español?

Respuesta. No he salido porque haya habido una base. Nadie me preparó; nadie hizo nada por mí. Ha sido algo espontáneo. También salí adelante porque no tenía otro camino. Jugar al golf era lo único que sabía hacer, y a esto le puse ganas, fuerza, ilusión y temperamento. Sería bueno, que de ahora en adelante no fuera así. Yo me metí en esto sin estar preparado y por eso me he llevado muchos palos.

P. ¿Pensaste alguna vez que ibas a alcanzar este nivel económico?

R. Cuando empecé sólo pensaba en jugar y ganar muchos torneos. No me planteé si ganaría mucho o poco dinero. Nunca se me pasó por la cabeza. Mi única obsesión era ganar y triunfar. Lo otro vino después. Además, cuando yo empecé tenía quince años y no te das cuenta de nada.

P. ¿Cómo se puede llegar a jugar,al golf con 24 años como lo .hace Severiano Ballesteros?

R. La verdad es que yo vivo al lado del campo de golf, a unos doscientos metros, y lo he mamado. Como quien dice, nací en el campo. Empecé como caddy a los nueve años y a los dieciséis ya era pro fesional. He entrenado mucho y muy duro. Mi entrega ha sido total y siempre tuve mucha constancia. Tengo veinticuatro años y he vivido para el golf nada más.

P. En ese caso, ¿que le dirías a un chaval quequíere ser un buen jugador de golf.? ¿Quedeje el colegio y vaya al campo?

R. Es un gran problema. Este deporte requiere mucho entrenamiento y ahora me arrepiento de no haber estudiado más. Muchas, veces salía de casa, cogía la dirección del colegio, pero torcía a la izquierda, que era donde estaba el campo de golf, y me, metía allí. Lo más importante para. empezar y serun buen profesional en.cualquier deporte es tener afición y mucho amor al deporte que practicas.

P. ¿Ves,esperanzador el futuro, del golf español, o no habrá nadie después de los Ballesteros, Piñero, Garrido, Cañizares?

R. Creo,que tarde o temprano saldrá alguien. Ahora hay un tal Jesús López, de Mallorca. Juega bastante bien, va a pasar a profesionales, y si se cuida, se entrena y no pierde la afición, puede llegar a. ser un gran campeón.

P. ¿Qué batalla tiene que ganar el golf para que se popularice en España?

R. Hay que conseguir campos públicos. Esa es la primera batalla que hay que ganar. La segunda va destinada a los medios de comunicación. En gran parte, todo está supeditado a la Prensa, la radio y la televisión. Por muchos títulos que yo consiga y muchos éxitos que alcance, sin el eco de los medios, el golf no trascendería.

P. ¿También debería estar en manos de la Federación, con la que no guarda muy buenas relaciones?

R. Efectivamente, las opiniones de la Federación y las mías están encontradas. Ahora las cosas han cambiado algo. Han hecho nuevos estatutos y parece que van a emprender, un nuevo camino con ganas de trabajar y con nuevas ideas. La verdad es que no nos hemos llevado bien casi nunca.

P. Sin embargo, no hace mucho que has regalado quinientos palos.

R. Yo los palos no se, los he regalado a la Federación. Los traje como consecuencia de una exhibición gratuita que se hizo para los juniors norteamericanos, y aproveché la ocasión para pedir unos palos para los españoles. Están en la Federación a la espera de lo que se haga con ellos. Mi ilusión es, no se si soy muy ingenuo, que se hagan campos públicos, de momento, en. Madrid y Barcelona, y que todo el mundo pueda utilizar esos palos para empezar a jugar.

P. Además de pensar en hacer, bajo par, ¿da tiempo de acordarse de otras cosas entre hoyo y hoyo?

R. Sí. Es nuestro gran, problema. El golf requiere mucha concentración. A lo largo de las cuatro horas de recorrido, cualquier preocupación familiar o de otra índole té viene a la mente y siempre te perjudica. Pero es casi imposible evitarlo. Hay por lo menos veinte o treinta minutos que estás pensando en otra cosa y por eso fallamos. Es fundamental estar con la cabeza fresca y ponerlos cinco sentidos en el juego. Al final, el que más concentración consigue, gana.

P. Esos movimientos de los jugadores en el green, antes de dar a la bola, ¿son teatrales o responden a una necesidad del juego?.

R. Los que piensan así están totalmente equivocados. Lo comprendo porque cuando yo voy a ver otro deporte del que no entien do digo cosas que no son lógicas. Todo está muy claro. Un green no es una mesa de billar. Tiene un desnivel, y nosotros nos agachamos y miramos para intentar que la bola vaya donde tiene que ir. No es teatro ni mucho menos.

P. ¿Cuáles son los defectos y virtudes de un hombre en la cumbre?

R. Mi mejor virtud es que soy un buen profesional. El defecto es mi carácter, que es demasiado fuerte.

P. Pese a no tener estudios, ¿qué preparación has conseguido tú con el deporte? Sueles celebrar reuniones informativas en inglés.

R. Cuando empecé a jugar no estaba en absoluto preparado. Era, como aquel que dice, un indo cumentado, y ahora no sé si sé mucho o poco, porque es difícil, calibrarlo. Sí, hablo inglés y me en tiendo bien. No sé escribirlo, por que no lo he estudiado, pero puedo enterarme perfectamente de lo que dicen los periódicos, sobre todo de deportes. He concocido a mucha gente de muchas clases y de dife rentes países y lo considero una gran suerte.

P. ¿Es verdad que Severiano Ballesteros sólo piensa en ganar?

R. Sí. Me considero un ganador. Está claro y demostrado. Nunca quedo en mitad de la clasificación: o estoy entre los cinco primeros o al final. Lo he comprobado en toda mi carrera. Cuando veo que no hay posibilidad de ganar pierdo el interés y la: ilusión y me voy abajo. Eso no es bueno, porque siempre es mejor quedar el cuarto que el catorce, pero no puedo remediarlo, es mi forma de ser y es difícil cambiar.

P. ¿Es más difícil ganar en la vida?

R. Creo que es más difícil ganar en la vida. Pala mí, sí, por lo menos.

P. ¿Mujeres?

R. Es lo mejor que ha hecho Dios en la Tierra. Hay dos clases: buenas y buenísimas, nada más.

P. ¿Religión?

R. Católico. Soy creyente, aunque no practicante. Los domingos estoy jugando y no tengo tiempo de ir a misa.

P. ¿Política?

R. Mi lema es trabajar y hacer bien y no mires a quién. Todos trabajamos para todos. No entiendo a esos determinados sectores que se empeñan en hacer mal y destruir. Hay que disfrutar de la vida. No me considero de derechas ni de izquierdas.

P. ¿Qué opinas de la OTAN y del Mercado Común?

R. No entiendo de esos temas y no puedo decir nada.

P. ¿ Qué opinión te merece la sociedad actual, tú que vives en todo el mundo?

R. En España se ha perdido el respeto. No es como antes. No hay libertad, sino libertinaje. La gente se acuerda de los derechos y no de las obligaciones.

P. ¿El deporte?

R. Es lo mejor que hay. El mundo sin él. deporte no podría vivir.

P. ¿Incluyes al fútbol en el deporte?

R. Por supuesto, aunque últimamente se ha traducido en todo menos en deporte.

P. ¿Qué opinas del divorcio?

R. El casarse es como una aventura y te puedes equivocar. Si dos personas se casan y se equivocan, lo mejor que pueden hacer es separarse. No tienen por qué aguantarse. El seguir es un martirio.

P. ¿El aborto?

R. No soy partidario de él. Salvo que haya peligro de muerte en la madre. Pienso que estamos suficientemente adelantados como para poder evitar que se llegue a esa situación.

P. ¿El amor?

R. Creo en el amor, pero teóricamente, porque no tengo ninguna experiencia en este sentido. El amor existe, pero cambia. Se trata, creo yo, de un problema de convivencia, de comunicación entre el hombre y la mujer, de contarse las cosas el uno al otro y no engañarse. Nos engañamos todos demasiado.

P. ¿Qué piensas de las concentraciones previas a las competiciones?

R. Soy contrario a ellas. Me parecen perjudiciales. Lo peor para un deportista es que se vaya a cenar a las doce de la noche, tome muchas copas y se vaya con una mujer hasta las cuatro de la mañana pero si cena pronto, se toma un par de copas e incluso se va con una chavala, hasta le viene bien. Como muy tarde, hay que acostarse a las doce de la noche. Al día siguiente se llega al campo más relajado. Un poco de vino en las comidas y un whisky benefician más que perjudican. Todo con moderación. Pero el salir te despeja la cabeza y es muy importante para luego rendir. Yo cuido la alimentación, porq ue tengo facilidad para engordar. Me limito a carnes y a pescados a la plancha y verduras. Hay jugadores que en dieciocho hoyos pierden tres o cuatro kilos, y yo a veces no pierdo uno solo en los cuatro días de un torneo. No se por qué, pero no pierdo peso. Me tengo que cuidar.

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