Críticas de la CEOE al recorte de beneficios fiscales en la compra de acciones liberadas

El decreto modificador de la tabla de retenciones por los impuestos sobre la renta y sociedades, que entró ayer en vigor, ha suscitado duras críticas de la CEOE, quien lo considera lesivo para las inversiones. En unos comentarios de urgencia, la patronal censura que se aproveche tal disposición para recortar los beneficios fiscales de las ampliaciones de capital liberadas total o parcialmente, es decir, aquellas en que los accionistas sólo pagan una parte o nada por las nuevas acciones.

Como informó es te periódico el pasado jueves, a partir del pasa do, 30 de diciembre la determinación del coste medio de las compras de valores mobiliarios se basará en el importe realmente pagado, incluida, en su caso, la compra de derechos de suscripción. De esta forma se trata de cortar la extendida práctica de, deducir fiscalmente minusvalías teóricas.Según la CEOE, este cambio unido a la reducción del 20 al 15% en las desgravaciones fiscales por la suscripción de títulos de renta fija o variable, "parece poco congruente con una política económica de estímulos a inversiones imprescindibles para la lucha contra el desempleo y para la ejecución del Plan Energético".

"Una serie de sectores esenciales para la ejecución del Plan Energético Nacional y para la creación de empleo (compañías eléctricas, Telefónica, etcétera) obtienen una parte de los recursos que precisan para sus inversiones", agrega la patronal, "a través de ampliaciones de capital, liberadas parcialmente, con cargo a las cuentas de regularización y de actualización, las fuertes emisiones de deuda pública que el Estado va a colocar en elmercado durante 1982 para cubrir su déficit, por el efecto de drenaje de recursos que van a suponer y por el aumento de su coste que van a entrañar, afectarán desfavorablemente a estas ampliaciones de capital".

En cuanto al aspecto formal del asunto, la CEOE, cuyo comité ejecutivo analizará el decreto en su próxima reunión, señala que el Gobierno ha aprovechado una disposición destinada primordialmente a fijar el régimen de retenciones en 1982 "para tratar simultáneamente otra cuestión absolutamente ajena a ello", apenas dos meses después de regular el tema en el reglamento del impuesto sobre la renta.

Además de considerar difícilmente justificable que el reglamento se modifique sin cambiar la ley, la patronal afirma que el hecho es poco congruente con la necesaria permanencia y estabilidad de las normas.