La organización de las Copas Renault quiere evitar reclamaciones

Los organizadores de las Copas Renault, primeras fórmulas de promoción del automovilismo deportivo del país, pretenden evitar la posibilidad de que los pilotos puedan reclamar más allá del propio comité organizador. El que el Comité Nacional de Apelación de la Federación Española de Automovilismo, con una reciente resolución, haya modificado la clasificación final de la Copa R-5, contra la opinión del fabricante-organizador, es la razón que parece impulsar a éste a evitar, en una nueva reglamentación, la posibilidad de que los pilotos puedan apelar contra sus decisiones.

El resultado final de la Copa R-5 colocó, teóricamente, a Alberto González-Julián en primera posición, por delante de Luis Pérez-Villaamil. Pero éste reclamó al teórico campeón por considerar que el coche con el que González-Julián disputó la última carrera no estaba en regla.La verificación técnica del coche permitió comprobar ciertas irregularidades en el motor. Sin embargo, con los medios técnicos con los que se realizó dicha verificación era muy difícil poder probar si se trataba de una manipulación fraudulenta por parte del piloto o si no era más que un defecto de fabricación ajeno a los intereses de dicho piloto.

Pérez-Villaamil, al que la decisión de los verificadores puestos por el fabricante-organizador podía dar o negar el título de campeón, solicitó reiteradamente un examen en profundidad en la fábrica de Renault de Valladolid. Dicho examen, finalmente llevado a cabo, parece que descartaba la posibilidad de un defecto de fabricación y, sin entrar en juicios de valoración sobre la rentabilidad o efectividad de la manipulación, evidenciaba que ésta se había efectuado.

Como el Reglamento que rige esta competición prohíbe expresamente cualquier manipulación sobre ciertos órganos mecánicos, Pérez-Villaamil solicitó de nuevo la exclusión de González-Julián. El comité organizador, seguramente con la pretensión de evitar el escándalo, rechazó la nueva petición del reclamante, ante lo que éste decidió presentar una apelación al Comité de Apelación, máximo organismo competente y de actuación independiente de la propia Federación.