El déficit norteamericano doblará las previsiones oficiales
La admisión pública por la Administración Reagan de que el déficit presupuestario superará ampliamente las cifras avanzadas anteriormente provoco ayer tensiones en los mercados monetarios norteamericanos, a las que también contribuyó la fuerte emisión de obligaciones de numerosas compañías privadas.La Administración Reagan admitió el pasado lunes que los cálculos de los expertos gubernamentales, según habían avanzado fuentes extraoficiales, situaban el déficit público para 1982 en 109.000 millones de dólares, 152.300 millones en 1983 y 162.000 en 1984.
Estos cálculos, según los expertos, ponen en duda el éxito del programa económico del presidente Reagan, que, básicamente, persigue reducir el déficit público con el fin de restaurar el equilibrio de la economía norteamericana.
En septiembre pasado, la Administración se estableció la meta de no superar los 43.100 millones de dólares para el déficit en 1982. En un plan de recortes de gastos presentado al Congreso, Reagan dijo que todo su plan de rehabilitación económica fracasaría si esta meta no se alcanzaba.
Ahora, los economistas oficiales reconocen que el déficit público, pese a los recortes propuestos por Reagan, será incontrolable no sólo el próximo año fiscal sino en los dos siguientes. Según algunos, esto se debe a la propia dinámica del déficit, cuya financiación fuerza a mayores gastos.
Todos estos cálculos son los que están preocupando a la comunidad financiera norteamericana, que teme que la petición masiva de fondos por parte del Estado para Financiar su déficit provoque una nueva escalada de los tipos de interés, precisamente en un momento en que éstos habían comenzado un suave declive.
Los problemas Financieros se vieron incrementados ayer con la fuerte emisión de obligaciones por parte de las empresas, que buscan fondos para programar sus inversiones del próximo año. El monto total de las obligaciones emitidas esta semana ascendía, en un cálculo aproximado, a más de 6.00 millones de dólares.
Nueve millones de parados
Los problemas económicos de Reagan no acaban ahí. Esta semana también se han conocido los últimos datos sobre el empleo en Estados Unidos, que han arrojado un total de nueve millones de personas sin empleo en una fuerza laboral de 104 millones. Esto hace que el índice de desempleo en Estados Unidos -un 8,4% de la población activa- sea uno de los mayores de los países de la OCDE y el más elevado experimentado en el país desde 1975.
La impresión reinante en Estados Unidos es que Reagan, incapaz de resolver sus problemas por la vía de la oferta, tal como preconiza su política económica, ha resuelto regresar a la vieja fórmula de enfriar la economía para después recalentarla cuando se hayan eliminado algunos de los problemas que la aquejan.
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