Numerosas fiestas, actos políticos y homenajes populares en el tercer aniversario de la aprobación de la Constitución
El pueblo español, sus instituciones, ayuntamientos, partidos y organizaciones celebraron el domingo pasado el tercer aniversario de la aprobación en referéndum de la Constitución de 1978. La celebración tuvo un marcado carácter popular, ya que fueron numerosas las fiestas que se sumaron a los actos constitucionales. La respuesta popular se mostró también en el engalanamiento con banderas de balcones y ventanas, iniciativa que se realiza por primera vez.
La bandera de España fue colocada en numerosos balcones y ventanas, hasta el punto de que las existencias de banderas confeccionadas y telas con los colores constitucionales se agotaron en muchos comercios especializados, lo que hizo que los vecinos utilizaran las banderas de papel que repartieron los diarios.La bandera constitucional fue protagonista también de actos oficiales, organizados principalmente por ayuntamientos, en los que se procedió a izarla de forma solemne, a los sones del himno nacional. El himno fue también interpretado en otros actos y fiestas, por las bandas de música municipales que participaron en tales celebraciones.
Eco en las diversas provincias
Por regiones, en Andalucía se celebraron actos en todas las provincias, que consistieron esencial mente en plenos extraordinarios de diputaciones o ayuntamientos, fiestas y conciertos de las bandas municipales. En Málaga se izó solemnemente la bandera nacional en la plaza de la Constitución, y se descubrió un monolito en el que se reseñan las constituciones democráticas de la historia de España. A este acto asistió, entre otras autoridades, el gobernador militar de la provincia, general Enrique Puga.
En Sevilla se celebró, en la Alameda de Hércules, una, verbena patrocinada por la Diputación Provincial, a la que asistieron unos miles de personas, y la Junta de Andalucía ofreció una recepción, el sábado por la noche, a la que asistieron altos jefes militares, dirigentes políticos y sociales y alcaldes de la provincia.
El programa de actos de Valencia incluyó la suelta de 169 palomas, que significaban los artículos de la Constitución, cedidas por una asociación de colombófilos, y 1.069 globos de color rojo y amarillo, uno por cada día transcurrido desde que se aprobó la máxima ley española. A este acto, celebrado en los jardines de los Viveros, asistieron unas 10.000 personas.
Entre los actos celebrados en Galicia destaca el pleno extraordinario del Ayuntamiento de La Coruña, en el que el delegado del Gobierno en Galicia, Domingo García Sabell, presidió la lectura del bando de apoyo a la Constitución aprobado por la Corporación municipal. Una técnica semejante tuvo el día en las regiones insulares, Murcia y Castilla, aunque en la ciudad de León la celebración tuvo como nota más destacada la ausencia de las autoridades, actitud que criticaron duramente los grupos convocantes -PSOE, PCE, sindicatos y asociaciones de vecinos-, que ni siquiera tuvieron acceso a la plaza Mayor para celebrar una fiesta popular, «por coincidir», según el Gobierno Civil, «con el mercado del Rastro de los domingos». En cambio, la unanimidad de los partidos fue total en Ponferrada, donde a los actos organizados por el Ayuntamiento asistieron representaciones de la Guardia Civil, Policía Nacional y Cuerpo Superior de Policía.
Pronunciamiento de los lideres vascos
En el País Vasco la efeméride tuvo más significación en los pronunciamientos de dirigentes políticos, incluidos nacionalistas del PNV y Euskadiko Ezkerra. El presidente del Gobierno autónomo Carlos Garaikoetxea, firmó una breve tribuna de opinión en el diario La Gaceta del Norte, en la que, tras reiterar el acatamiento de su partido y su Gabinete a la ley refrendada hace tres años, rinde homenaje al «avance que la Constitución representa», y hace un llamamiento a defenderla contra sus enemigos. En el País Vasco y Navarra no tuvo prácticamente eco la presencia de banderas españolas en los balcones, aunque sí ondeó durante todo el día en el balcón principal de la sede del Gobierno vasco junto a la ikurriña. Tampoco hubo actos de tipo participativo, más que en Vitoria, donde se ce lebró un festival musical convoca do por UCD, AP, PSE-PSOE y PCE, y Baracaldo (Vizcaya).
La celebración tuvo eco también en el extranjero. Así, el cónsul español en Nueva York, Máximo Cajal, reunió a la colonia española en la ciudad, a la que exhortó a defender la Constitución contra quienes la ponen en peligro, negando la convivencia democrática., La colonia española de Uruguay .celebró también una reunión en el Club Español de Montevideo, con la'asistencia de la representación diplomática.
Calvo Sotelo: "Una excelente idea"
A las numerosas declaraciones de personas políticas se sumó el domingo el propio presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, que en la fiesta que se celebró en Pozuelo de Alarcón, en el extrarradio de Madrid, dijo que «ha sido una excelente idea celebrar este tercer aniversario de la Constitución», que instaura un régimen político «que es capaz de dar y dará a los españoles muy largos años de convivencia y prosperidad en paz». Calvo Sotelo, que durante quince años ha vivido en un chalé próximo a Pozuelo, tomó una sangría y aceptó bailar un pasadoble, a invitación de una joven.
Por su parte, el empresario Luis Suñer, que estuvo secuestrado por ETA varias semanas, dijo en unas declaraciones al diario valenciano Las Provincias que la Constitución de 1978 es «un gran paso hacia una convivencia per manente, tan necesaria en España. Debe ser la Carta Magna que nos lleve a una auténtica democracia».
El secretario general del PSOE, Felipe González, mientras asistía al pleno solemne del Ayuntamiento de Madrid, dijo que se trata de «rescatar una fecha y un símbolo: una fecha como el 6 de diciembre, día en que se aprobó la Constitución, y rescatar también lo que podríamos considerar el símbolo máximo de la unidad de los españoles, que es la bandera».
En Oviedo, el intelectual y periodista asturiano Juan Cueto puso la nota singular en un acto con asistencia de los principales partidos, al responsabilizar a los círculos políticos y periodísticos madrileños de la difusión de rumores alarmistas sobre un posible golpe de Estado. En opinión de Cueto los periodistas y políticos madrileños son más proclives al alarmismo que a la lógica, pero el 23 de febrero la Constitución demostró que es buena y que resiste.
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