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Texto íntegro del manifiesto de militares ultraderechistas

El texto íntegro, distribuido por Europa Press, a las 23.27 horas de ayer, es el siguiente:Un centenar de oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas han suscrito un documento en el que se aborda la opinión que dichos militares tienen sobre el tratamiento informativo que se da a las Fuerzas Armadas.

Un grupo de oficiales ha hecho entrega a Europa Press de este documento, en el que, además de su contenido, se incluye la relación nominal de los capitanes, tenientes, brigadas y sargentos que lo suscriben, con expresión de su empleo, arma a la que pertenecen y número de documento nacional de identidad.

Asimismo se acompaña otra relación en la que, sobre el nombre, arma y empleo y número de carné de identidad de cada uno de los suscribientes del documento figura la firma de cada uno de los mismos.

Más información
Cien militares firman un manifiesto contra la Prensa

El texto íntegro del documento es el siguiente:

«A la opinión pública en general y a los responsables de los medios de comunicación social en particular:

Como cuadros de mando de las Fuerzas Armadas, conscientes y responsables de nuestra misión, claramente recogida en el artículo octavo de la Constitución, fieles al juramento solemne a nuestra patria y leales al pueblo, del cual formamos parte inseparable y entre el cual ejercemos cotidianamente nuestra profesión, a la que -no se olvide nunca- accedimos de forma totalmente vocacional, hemos constatado durante los últimos años, y con mayor proliferación en los últimos meses, numerosas actitudes e informaciones públicas que por su trascendencia y por referirse a las Fuerzas Armadas o a sus componentes, nos hace salir de nuestro habitual silencio.

Dichas actividades e informaciones podríamos sintetizarlas:

1. Articifios, comentarios y reportajes sobre nuestros Ejércitos y fuerzas de seguridad que, muchas veces por desconocimiento v otras por indudable mala fe, incurren en errores de bulto, enfoques distorsionados o afirmaciones sin base alguna, que deforman, en definitiva -por frivolidad o intencionadamente-, la imagen que los españoles tienen de sus Fuerzas Armadas, su situación actual y sus aspiraciones.

2. Opiniones sobre las Fuerzas Armadas y su actuación en la historia de nuestra Patria y, en concreto, sobre los hechos de armas más cercanos, dentro y fuera de nuestras fronteras, en las que se vierten juicios peyorativos de valor con óptica parcial y antimilitarista, buscando apoyo y justificación en manipulaciones o suposiciones de la realidad acontecida.

3. Infravaloración, desprecios y ataques a los símbolos y valores nacionales y castrenses, que sin caer en una relación detallada resumimos en los recibidos diariamente en nuestra bandera, expresión de la unidad patria; el intento continuado de ensombrecer virtudes como el honor, el heroísmo o la disciplina, la demolición de los monumentos a los que -dándonos un ejemplo permanente- dieron hasta la última gota de su sangre por España-; la retirada de los nombres de las calles de nuestros pueblos y ciudades de aquellos que, vistiendo el uniforme militar, desempeñaron los puestos de mayor responsabilidad en la historia reciente de la Patria, o la supresión de la más preciada de nuestras condecoraciones del escudo de una provincia que supo ganarla por su valor colectivo.

4. Comentarios y noticias sobre las Fuerzas Armadas, su manera de actuar y pensar en relación con la situación política actual, seguida de peticiones de profesionalización, democratización o depuración de sus miembros, muestra de una desconfianza absoluta hacia la milicia desde sectores partidistas que buscan por cualquier método deshacer los Ejércitos de España para reemplazarlos por otros a su servicio.

5. Ataques, insultos, injurias y calumnias generalizados o directos contra miembros de las Fuerzas Armadas, todos ellos de historial militar brillante e intachable, sobre todo aquellos que por su jerarquía y edad fueron protagonistas de gloriosos hechos de armas, y cuyo valor e integridad profesional no pueden ser puestos en duda por simples conjeturas, sobre todo cuando algunos de ellos están pendientes de la sentencia de un consejo de guerra en cuyo resultado de hechos probados y en la calificación jurídica de estos hechos se determinará la honorabilidad o no de sus conductas.

6. Intentos de desprestigio de la Legión y Guardia Civil, publicando noticias tremendistas sin las necesarias evidencias, distorsinando los hechos y encizañando a la opinión pública para justificar a continuación su transformación o disolución con argumentos parciales y falaces que únicamente persiguen privar a las Fuerzas Armadas de dos de sus más tradicionales, eficaces y prestigiosos peones.

7. Politización partidista y antinacional de los grandes temas de defensa -como nuestro ingreso en la OTAN- o injerencia, también partidista, en temas propios e internos de las Fuerzas Armadas, como la creación del Arma Acorazada, la política de ascensos y destinos o la selección de los mandos superiores, con criterios que nada tienen que ver con los puramente técnicos y profesionales.

Ante estos hechos, afirmamos:

1. Nuestro juramento solemne a la bandera para defender el honor, la independencia y la unidad de la Patria tiene carácter permanente.

2. Asumimos con orgullo la historia de España, y el homenaje a los que dieron la vida en su defensa constituye pilar fundamental de nuestro ser colectivo y personal.

3. Los símbolos nacionales y las virtudes castrenses son patrimnio de todo un pueblo pretérito, presente y futuro, que nada ni ndie que se sienta español puede ignorar o menospreciar.

4. Las Fuerzas Armadas, para cumplir mejor su misión, no tienen que ser profesional izadas, democratizadas o depuradas, sino simplemente ser consideradas y respetadas como deben, y disponer de los medios materiales necesarios para cumplir sus objetivos.

5. El poder político debe respetar la necesaria autonomía de los Ejércitos en cuanto organización y funcionamiento interno para garantizar la inexistencia de intereses partidistas en sus organismos y unidades.

6. Los insultos y ataques a nuestros compañeros los consideramos dirigidos a la colectividad con las consecuencias que ello de lugar, pues tenemos el Código de Justicia Militar para corregir debidamente al que cometa alguna falta, y nuestra fama y prestigio no puede estar en boca de cualquiera.

7. Cualquier información, reportaje, comentario o juicio de valor sobre la institución militar que pueda contribuir a su perfección y difusión, debe ser expuesto con conocimiento de la realidad castrense, con profundo respeto al ente militar y su misión, y total exclusión de espíritu destructivo en su planteamiento.

Estas puntualizaciones, aunque reflejo de un sentir general, las hacemos a título personal y en virtud de lo expresado en el artículo 178 de las Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas».

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