La candidatura de Jacinto de Sosa obliga a los árbitros a emitir sus votos

El arbitraje español conocerá, el día 12, por primera vez en su historia, unas elecciones de su presidente nacional con la emisión de votos. Hasta este momento no hubo necesidad de votar porque, en las únicas elecciones convocadas anteriormente, se presentó un solo candidato. En esta ocasión, los árbitros -una minoría insignificante de los mismos- tendrá la oportunidad de pronunciarse sobre uno de los dos candidatos presentados a las elecciones de la presidencia del Comité Nacional. De esta forma se podrá comprobar el respaldo arbitral que tiene quien ostentó la presidencia de los colegiados durante los últimos seis años y que llegó a ese cargo por designación directa.

Sin ofertas de apoyo

"Uno de los fines", aseguró Jacinto de Sosa, "por los que presenté mi candidatura es proporcionar a los árbitros la posibilidad de elegir. Al mismo tiempo me permite dar a conocer un programa de cómo debe funcionar el arbitraje para que no se le cuestione como ahora". El colegiado madrileño es consciente de las escasas posibilidades que tiene de salir elegido. "El sistema de elección" añadió," de los compromisarios es indicativo. En la elección de la representación colegial, el pasado lunes, ya hubo un pronunciamiento: once árbitros ven las cosas de una manera, y siete, de otra. Si los presidentes de los colegios territoriales, también compromisarios, llevan bastante tiempo trabajando con José Plaza, hay que ser realista ante las posibilidades que tengo". Un total de veintitrés árbitros en activo de los más de seis mil que están colegiados en el país tienen derecho al voto.Jacinto de Sosa declaró que "no me interesaría ser presidente nacional de los árbitros si en su elección participasen los clubes. Me alegro de que sea mal síntoma el que ningún club se haya pronunciado directa o indirectamente sobre mi candidatura. Prefiero que sea así. No intento llamar la atención". Pero el colegiado madrileño envió su programa, entre otras personas, a los tres vicepresidentes de la Federación Española, de los que dos son presidentes de clubes: Barcelona y Valencia.

El colegiado madrileño aseguró que no ha recibido oferta alguna de apoyo, aunque sí ha tenido ofrecimientos de colaboración. "No he adquirido compromiso alguno" indicó. "La Asociación Nacional de Arbitros de Fútbol Españoles -ANAFE-, por medio de su presidente se pronunció a favor mío de forma pública, cuando previamente le advertí que no quería su apoyo. No quiero ser presidente de los árbitros de la ANAFE, sino de todos los colegiados de España".

Jacinto de Sosa elaboró un programa de trabajo que ha enviado a altos cargos de la Federación Española de fútbol, al Comité Nacional de Arbitros, a los presidentes de los colegios territoriales y a todos los compromisarios. "Soy el único que he dado el paso de elaborar un programa", indicó el colegiado madrileño. "Mi programa es progresista. Cuenta con aspectos nuevos para el sistema arbitral. No intento dar la vuelta al arbitraje, sino mejorar sus estructuras. No funcionan bien. Son insuficientes. No hay demasiada claridad en ellas. Mi programa no elimina los errores de los árbitro. Pero si la estructura arbitral es fuerte, si se conoce el por qué de las cosas, todo es más consecuente y no se tambalearía la organización. Los árbitros, actualmente, están convencidos de que lo mejor para ellos es arbitrar el mayor número posible de partidos y ascender hasta lo máximo. Pero no saben los sistemas de comprobación de ascensos y descensos".

Se ha llegado a insinuar que Jacinto de Sosa, al presentar su candidatura, pretende asegurar su permanencia en primera división. "Hay una cosa clara", contestó, "si hay normas de ascensos y descensos conocidas, mi candidatura no condiciona mi permanencia. El problema es que no se conocen esas normas. No se puede contestar con un sí o un no a la existencia de posibles represalias. Es posible que las haya. Ha habido ascensos y descensos que llamaron la atención. Sí tuviera miedo a las represalias, no me habría preocupado del arbitraje como lo he hecho. Soy el árbitro mas perjudicado de España por conseguir una serie de cosas en el arbitraje que no han gustado. Me siento orgulloso de que, por mucho que protesten los clubes, sus presidentes no pueden echar a José Plaza".