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La supresión de los programas especiales supone eliminar el 10% de la programación de Televisión

La dirección de programas especiales de Televisión Española desaparecerá del organigrama en el plazo de un mes, según informó Carlos Robles Piquer, director general del Ente Público, a José Luis Balbín, director de este área y de quien dependen quince programas que están en antena y una serie de proyectos en fase de rodaje.

El área de programas especiales, todos ellos de producción propia, provee a la programación, aproximadamente, el 10% de los espacios que llegan a la audiencia.Carlos Robles Piquer decidió. suprimir el área de programas especiales -creada por su predecesor, Fernando Castedo- después de oír el parecer de su equipo directivo, que estimó innecesaria su continuidad en el organigrama de producción y programación. Una comisión integrada por directivos de Televisión Española estudiará la transferencia de cada uno de los programas especiales a otros órganos de dirección: algunos pasarán a los Servicios Informativos que dependen de Joaquín Castro (posiblemente los espacios En este país, Objetivo y El testigo, que estarían sometidos, como consecuencia, a un control más directo por parte de Carlos Robles Piquer); el resto pasará a depender de los directores de la primera y de la segunda cadena.

Algunos de los programas especiales, sin embargo y según noticias oficiosas de Prado del Rey, podrían ser suprimidos definitivamente. Entre ellos, el programa de debate Mano a mano, que dirige Joaquín María Puyol; el espacio de temas insólitos Entre dos luces, que dirige Raúl del Pozo, y el programa para ejercer el derecho de acceso de los telespectadores, Tome la palabra, que dirige Alfonso Díez. Programas calificados como conflictivos.

José Luis Balbín, quien seguirá dirigiendo La clave, expresó anteanoche a algunos informadores su temor de que los demás programas, incluida La clave, podrán desaparecer de la programación paulatinamente y en el plazo de escasos meses, si bien, añadió, el director general le aseguró lo contrario.

"Relaciones versallescas" con Robles Piquer

Las relaciones formales entre el director general y José Luis Balbín fueron calificadas por éste como «maravillosas y casi versallescas, en una casa donde no siempre imperan los buenos modales». Añadió José Luis Balbín que acataba la decisión del director general, pero que no compartía su interpretación de fondo: «El es el responsable máximo de la programación, dijo Balbín, «y quien decide lo que debe llegar al público: pero una vez que los programas están produciéndose, o en fase de emisión, los responsables son sus respectivos directores. El director general prefiere hablar de corresponsabilidad. Insiste en definirse como liberal y se reafirma como defensor de la profesionalización. Yo creo que no es suficiente decirlo, sino que hay que demostrarlo en la práctica». Comentó Balbín, por otra parte, que Carlos Robles Piquer le propuso incluso mejorar algunos aspectos de La clave, reivindicados por su director en numerosas ocasiones, como producir expresamente películas de cine para ilustrar los debates e incluso emitir el programa por la primera cadena. José Luis Balbín comentó que Televisión Española atraviesa, en estos momentos, por una fase de desmantelamiento. «Los poderes fácticos», dijo, «consideraron que Televisión se había convertido en algo conflictivo. Esos poderes lograron el cambio del director general. Si se cambia al director general, supongo que es para eliminar aquellos niveles de supuesta conflictividad». Lamentó, en este sentido, la marginación de dos de los mejores profesionales de la casa: Miguel Angel Toledano y José María Otero.El hecho de no haber dimitido a finales de octubre, cuando el Gobierno forzó la dimisión de Fernando Castedo, fue calificado por Balbín con estas palabras: «No dimití entonces porque no quería legitimar la actitud política que se adoptó con Fernando Castedo. El cese en mi cargo, que se producirá en el plazo de un mes, me libera y me quita un peso de encima. El modo en que se produjo la dimisión de Castedo es malo para la democracia. Yo no sólo me he identificado con la gestión de Castedo, sino que he sido también responsable de la misma, y lo que no puedo, en absoluto, es identificarme con los detractores de aquella gestIón».

José Luis BaIbín elogió el trabajo de su equipo de colaboradores, en particular el de su adjunto Enrique Vázquez -cuyo contrato con RTVE se rescindió automáticamente con la dimisión de Castedo-, de su asesor técnico Julio Vargas y la labor de planificación de la producción y control económico -administrativo por parte de Alfonso Cortés-Cavanillas y de José Salvador, además de los directores de programas, en quienes siempre delegó, según dijo, responsabilidades.

Durante los tres primeros trimestres del año, el área de especiales aportó a la programación de la primera cadena de Televisión Española un total de 124 horas de emisión, con un coste medio de 8.298 pesetas por minuto; la segunda cadena emitió, durante el mismo período de tiempo, un total de 143 horas de programas especiales, con un coste medio de 7.917 pesetas por minuto. José Luis Balbín añadió que su departamento había ahorrado alrededor de cincuenta millones de pesetas sobre los presupuestos previstos, que fueron devueltos a Televisión Española.

Los programas de Balbín, según datos aportados por algunos jefes de su departamento, han figurado siempre, salvo algunas excepciones, entre los primeros del panel de audiencia de cuantos produce Televisión Española. Algunos de ellos habían escalado aceptación recientemente, como sucedió con el Mano a mano entre Juan Luis Cebrián, director de EL PAIS, y Antonio Izquierdo, director de El ÁIcázar.

Mónica Randall

José Luis BaIbín salió al paso de algunas informaciones que le reprochan favoritismo con relación a Mónica Randall, guionista entrevistadora de Rasgos, serie biográfico-documental. «Mónica Randall trabaja para Televisión Española desde mucho antes de que yo llegase a esta casa. Su proyecto de programa era anterior a mi nombramiento y fue aprobado una vez examinado por todos los óraarios de dirección competentes en programación y producción. Mónica Randall cobra exactamente lo mismo que cobraba en el programa Cosas, cuando la contrató el equipo de Fernando Arias-Salgado, más el incremento correspondiente a la elevación del coste de la vida».José Luis BaIbín informó que el programa Rasgos (antes, Por dentro) tiene un presupuesto de 2.168.000 pesetas por capítulo de una hora, «uno de los más caros de nuestro departamento, debido a que gran parte de los programas exige desplazamientos al extranjero», y que hasta la fecha se han rodado las siguientes biografías y entrevistas: Valentina Tereshkova, Giacomo Manzú, Xavier Cugat, Pablo Sorozábal, Otelo Saralva de Carvalho, Willy Brandt, reina Sirikit de Tallandía, presidente Marcos de Filipinas, Yves Montand, Emilio Pucel, Indira Ghandi, Mikis Theodorakis, Davidoff, Ben Bella y José Luis Sampedro. No entiendo», añadió Balbín, «cómo puede decirse que los programas son malos, ya que ni siquiera yo los he podido ver todavía, porque están en período de montaje».

«Pongo por testigos a todos los responsables de Televisión Española de que si tengo algún defecto con mis amigos es precisamente haber sido más exigente con ellos que con nadie. Ahí está el caso de tres amigos míos, por quienes además tengo veneración intelectual y humana, que no continuaron, por distintas circunstancias, los programas que iniciaron: Máximo, José Luis Coll y Fernando Fernán Gómez. Si de algo somos culpables, es de haber puesto en la pantalla quince programas en menos de mes y medio», concluyó Balbín.

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