Los socialistas piden un Gobierno capaz de garantizar unas elecciones libres

El secretario general del PSOE, Felipe González, planteó ayer públicamente la necesidad de un Gobierno capaz de garantizar la convocatoria de elecciones generales en 1983, afirmando que el equipo formado por Calvo Sotelo en la noche del martes no responde a los actuales problemas de España. Los miembros del nuevo Gabinete juraron ayer tarde su cargo ante el Rey en el palacio de la Zarzuela. En distintos ambientes se percibe un clima de frialdad y escepticismo por los resultados de la remodelación ministerial, mientras el recién nombrado vicepresidente primero, Rodolfo Martín Villa, asegura que no hay dudas de que es este Gabinete el que afrontará los juicios a los implicados en el fallido golpe de Estado y llegará hasta las elecciones de 1983. El vicepresidente segundo, Juan Antonio García Diez, también pronostica que este Gobierno llegará a 1983.

Felipe González dedicó una extensa conferencia de Prensa a realizar un llamamiento al Gobierno, partidos políticos, centrales sindicales, organizaciones empresariales y fuerzas de la cultura, con la intención de «hacerles comprender la necesidad de crear esa inmensa mayoría social partidaria de la democracia y las libertades, que sea exigente con la formación de un Gobierno capaz de responder a los intereses mayoritarios».«¿De verdad?». se preguntó el líder socialista, «¿existe en la derecha la voluntad de defender el proyecto histórico de la Constitución de 1978? ¿Habrá quien propugne que es necesaria la vuelta atrás, pretendiendo que nos hemos equivocado?». Mostró su preocupación por la existencia de tramasciviles de apoyo al golpismo, que no han sido desmontadas, y calificó de «actitud desestabilizadora» la de quienes se oponen al cumplimiento del Acuerdo Nacional de Empleo (ANE).

La impresión más extendida es que la batalla por la línea y el equipo económicos ha sido el problema más importante de la crisis ministerial, ganada por Juan Antonio García Díez a la plataforma moderada. García Díez, nuevo vicepresidente económico del Gabinete, declaró ayer que su equipo será más beligerante en el ANE, a fin de asegurar su cumplimiento, especialmente en lo que se refiere a la contención del paro.

El ascenso de García Díez ha sido acogido negativamente en ciertos medios patronales. Si bien la Confederación de Organizaciones Empresariales (CEOE) mantiene oficialmente un silencio total, empresarios manifestaron a EL PAIS su escaso entusiasmo por la preeminencia de los socialdemócratas en el equipo económico gubernamental. Las bolsas españolas registraron bajas, en sus cotizaciones.

Por lo que se refiere a la actitud de la plataforma moderada, miembros de esta última quedaron excluidos de la solución a la crisis por propia voluntad, si bien optaron por no participar, al no serles concedidas las carteras ministeriales que pretendían. Pero Calvo Sotelo prefirió mantener el tono centrista del mismo, con la inclusión de suaristas y algunos socialdemócratas.

Por su parte, los nacionalistas vascos y catalanes reaccionaron con suma prudencia y espíritu conciliador respecto al nuevo Gabinete, en el que Rafael Arias-Salgado -nuevo responsable de Administración Territorial- ha ofrecido continuidad en la línea autonómica y respeto a los estatutos vasco y catalán.

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Editorial en página 10