La explosión de una bomba en el centro de Damasco causa la muerte a 64 personas

El Gobierno sirio responsabilizó ayer a la secta Hermanos Musulmanes del atentado que se produjo el domingo en el centro de Damasco, en el que murieron, según el balance oricial, 64 personas y resultaron heridas 135. Fuentes médicas cifraron sin embargo el número de muertos en "por lo menos cien". Al parecer, numerosos heridos graves fallecieron en el hospital horas después. El "Alto Mando de la Revolución Islámica en Siria" reivindicó ayer el atentado de Damasco en llamadas telefónicas a varios medios informativos europeos, entre ellos la Agencia France Presse y EL PAIS.

Según el comunicado distribuido por esta organización, que agrupa a oponentes al régimen de Assad y cuyo núcleo central está compuesto por integristas musulmanes, la operación contra la sede de la policía militar siria fue una respuesta a las "masacres, ejecuciones; sumarias y asesinatos de ciudadanos sirios en su pais y en el. extranjero".El comunicado añade que no se produjeron víctimas entre la población civil, porque los encargados de efectuar la operación dispararon al aire antes de que estallara la bomba, para alertar a los transeuntes, y asegura que las bajas causadas entre "elementos del régimen" fueron muy superiores a las reconocidas por el Gobierno de Damasco.

Las autoridades sirias afirmaron que se trata de un compló para "debilitar la postura de firmeza"mantenida por Damasco en Oriente Próximo.

Venticuatro horas después del atentado, el barrio de Ezbekiyeh seguía bloqueado por los servicios de seguridad. La explosión del artefacto, que estaba en el interior de un coche aparcado cerca de un cuartel del Ejército, provocó un agujero en el suelo de tres metros de diámetro y de metro y medio de profundidad. El estallido causó el hundimiento de una decena de edificios cercanos. Veinte autobuses quedaron calcinados.

Según la policía, los explosivos estaban en un Peugeot 504 en el que viajaban dos persona.

Este atentado es el más sangriento que ha conocido la capital siria.

En 1979, los Hermanos Musulmanes declararon la guerra al régimen laico, aliado de Moscú, que preside Hafez el Assad. El pasado mes de junio, un comando de esta organización integrista islámica tendió una emboscada a un autobús de cadetes de la Escuela de Artillería de Alepo, dando muerte a 32 de ellos.

La agitación en las ciudades del norte Alepo, Hama y Homs fue creciendo desde entonces. Durante varios meses, Alepo (ciudad de un millón de habitantes) estuvo materialmente cercada por una división acorazada que controlaba todos los accesos,